Las lápidas de Rosa Luxemburg, Karl Liebknecht, Ernst Thalmann y otros mártires revolucionarios han sido vandalizadas en una impactante profanación en el cementerio Friedrichsfelde de Berlín.
Las placas de metal con los nombres y fechas de nacimiento y muerte de los dirigentes comunistas enterrados alrededor del monumento a los socialistas fueron robadas en un ataque denunciado el lunes a la policía alemana.
Las tumbas rodean una lápida gigante con la inscripción Los muertos nos recuerdan y forman parte de un parque cerrado dentro del cementerio, cuyas paredes llevan los nombres de cientos de otros revolucionarios muertos en la lucha, desde los que murieron luchando contra el fascismo en la Guerra Civil Española hasta las víctimas del terror nazi en la propia Alemania.
Cada año, el segundo domingo de enero, multitudes marchan hacia el monumento para depositar claveles rojos en las tumbas.
La policía dice que no tiene pistas sobre los autores, pero reconoce que un motivo político es “claramente identificable”.
El monumento original en el sitio fue erigido en 1926 en el lugar donde fueron enterrados los ataúdes de Luxemburg y Liebknecht, asesinados por paramilitares de extrema derecha por orden del entonces gobierno socialdemócrata alemán en 1919.
Fue destruido por los nazis en 1935, pero reemplazado por las autoridades socialistas de Alemania del Este en 1951.
Ha sido periódicamente objeto de vandalismo por parte de la extrema derecha.