
Se trata del primer ataque aéreo occidental contra Yemen desde la entrada en vigor del cese al fuego en la Franja de Gaza entre el movimiento de resistencia islámica palestino Hamás y el Estado sionista de Israel.
La agresión fue ejecutada contra un barrio residencial del distrito de Shuaab. Un residente en la zona contó a medios internacionales que «las explosiones fueron violentas y sacudieron el barrio como un terremoto. Aterrorizaron a nuestras mujeres y niños«, narró.
El bombardeo ocurre días después de que el movimiento Ansar Allah, núcleo de los rebeldes hutíes, manifestó su intención de reanudar su ofensiva militar contra el Estado sionista de Israel en rechazo a la prohibición por este de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y en solidaridad con la resistencia en ese territorio palestino.

Semanas atrás, el presidente estadounidense Donald Trump incluyó a Ansar Allah a la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (OTE), de donde lo había retirado la Administración Biden. Esto lo hizo con la intención de amedrentar a los líderes hutíes, claves en el apoyo a la resistencia palestina contra el Estado sionista.
Trump justificó el acto agresivo y refirió a través de Truth Social que fue dirigido contra «las bases, los líderes y las defensas antimisiles de los terroristas para proteger los activos marítimos, aéreos y navales estadounidenses y restaurar la libertad de navegación».
El mandatario intentó presentar a los hutíes como enemigos de la libertad de navegación, aunque estos han recalcado que solo impiden paso a los buques israelíes o de otras banderas que abastecen a la entidad sionista y le permiten perpetuar su genocidio en Gaza y Cisjordania. Además, Trump intentó amenazar a Irán por su indeclinable apoyo a Yemen.
La semana pasada, las FF.AA. de Yemen anunciaron que reanudarían sus ataques a la entidad sionista en el Mar Rojo, el Mar Arábigo, el Estrecho de Bab al-Mandab y el Golfo de Adén si no levantaba la prohibición de entrada de ayuda humanitaria a Gaza.