
Organizaciones defensoras de Derechos Humanos en Siria indicaron que los ataques sistemáticos del Gobierno de facto contra la comunidad alauita en las provincias de Tartus, Latakia, Hama y Homs han dejado un saldo de 1.500 fallecidos a la fecha.
De acuerdo a un informe dado a conocer el sábado, dos nuevas matanzas en las localidades de Latakia y Tartus, se saldaron con 24 víctimas civiles.
En la víspera se reportaron otras masacres en las provincias de Tartus, Latakia, Hama y Homs, con un total de 93 civiles asesinados.

Según el documento, en ambas masacres la mayoría de las víctimas pertenecía a la comunidad alauita que residían en la zona costera siria.
También alertó sobre el entierro de las víctimas en fosas comunes en la costa siria, indicando que podrían ser utilizadas como propaganda para promover narrativas políticas y humanitarias que acusen a los grupos afines al expresidente Bashar al Assad de cometer crímenes de guerra.
Además advierte que la situación representa una amenaza a los derechos de las víctimas y sus familias, además de ocultar la verdad sobre las masacres perpetradas contra civiles de la comunidad alauita.

En el informe, las organizaciones denunciaron violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad, el Ministerio de Defensa, incluidas ejecuciones extrajudiciales, desplazamientos forzados y quema de viviendas, sin ningún tipo de control legal.
En este contexto, instaron a la comunidad internacional a realizar diligencias sobre las violaciones y enviar equipos independientes para documentar los hechos.

Asimismo, pidieron exigir a las nuevas autoridades sirias la rendición de cuentas a los elementos involucrados en las masacres y asesinatos a civiles.
Por último advirtieron que «la impunidad podría amenazar la estabilidad social en una etapa posterior a la caída del régimen».