La Unión Europea debería reducir su dependencia de las armas de fabricación estadounidense y priorizar la producción europea, declaró el viernes el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
El mandatario instó a las empresas europeas a «trabajar mucho en la simplificación, la reducción de costes y la mejora de los plazos de pago a sus subcontratistas», resaltando la importancia de ofrecer armamento nacional a los Estados europeos que «se han acostumbrado a comprar productos estadounidenses».
«A quienes compren [sistemas antiaéreos] Patriot se les debería ofrecer la nueva generación franco-italiana SAMP-T; a quienes compren el F-35 se les debería ofrecer el [caza francés] Rafale», expresó Macron, haciendo hincapié en que la capacidad de producción de las empresas armamentísticas de Francia ha mostrado cifras «realmente impresionantes» en los últimos tres años. «En 2021, producíamos diez [obuses autopropulsados] Caesar al año; este año, produciremos 82», prometió.
Que recuerde este imbécil lo que pasó hace 50 años con los F-16 yanquis y sus semejantes francés y sueco.
Aprenderá algo de historia y sabrá como funcionan los yanquis con sus lacayos.