El imperialismo desata la guerra total contra la humanidad

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La ruptura del alto el fuego por parte del ente sionista el pasado 18 de marzo, con el enésimo bombardeo que deja más de 1000 asesinados en Gaza y numerosas infraestructuras básicas arrasadas, retrata de un modo absolutamente preciso la esencia plenamente terrorista y despiadada de la que hace gala la decadente bestia imperialista. Bestia encuadrada en una alianza en contra de la vida y de la libre determinación de los pueblos, compuesta por el eje imperialista anglosajón, nucleado entorno a la OTAN y que encabeza y comanda EE.UU-Reino Unido, con el ente sionista de Israel como su gendarme del terror más avanzado en Asia Occidental, y principalmente con la belicista Unión Europea de los 27, junto a Canadá, así como a los lacayos del Pacífico: Japón, Australia-Nueva Zelanda y los secuaces coyunturales que intervienen bajo este paraguas, para mantener la dominación imperial.

Hablamos a nivel internacional de este bloque , supeditado a la férrea jerarquía de EE.UU por su poderío militar, porque representa a un bloque de dominación donde cada uno de estos actores, interviene en distintas zonas del mundo, actuando de forma coordinada bajo unos mismos intereses y que conforman un todo, una misma lógica. Todo ello, a pesar de sus puntuales contradicciones, que siempre son menores respecto a la clara y cristalina misión por mantener a los pueblos del mundo bajo su dominación imperialista.

De forma simultánea, el imperialismo no solo desata guerras militares convencionales, sino que también libra a, lo interno, una criminal guerra total contra las masas trabajadoras en varios frentes. Esta guerra se manifiesta en la sobreexplotación laboral, la sustracción de todas la riquezas generadas por estas, la destrucción de los nichos ecológicos y destrucción del medio ambiente, la precarización de la vida y la represión de los movimientos sociales, principalmente los partidos comunistas.

Netanyahu y Trump, con la complicidad de occidente, provocan imágenes tan espeluznantes como estas

La guerra total contra los pueblos del mundo es global, y es una sola.

Ante la acción decidida, coordinada y ejemplar del Eje de la Resistencia en Asia Occidental, que pretende rechazar la ocupación y el terror sionista, el imperialismo no solo despliega el mayor de los genocidios conocidos sobre el pueblo palestino a través del ente colonial sionista, y arrasa el Líbano. Sino que garantiza su control sobre Siria, no solo con la progresiva ocupación del territorio sirio, sino a través del gobierno golpista actual de los yihadistas rebanacabezas, que masacran a las minorías religiosas, principalmente la alauita, pero donde la Unión Europea no solo no ve ninguna amenaza ni alarma, sino que apoya activamente y que tras la 9ª Conferencia de Bruselas ha decidido aportar 2500 millones de euros a estos yihadistas rebanadores de cabezas que hoy controlan Siria. Estos son sus aliados y su proyecto de cómo debe ser el mundo. Y poco importa que el matrimonio obligatorio o de menores de 12 años esté instaurado en Siria, ni que las mujeres no tengan acceso a la educación superior, ni a ciertos trabajos o que tengan espacios segregados en los transportes… la opresión femenina no cuenta si se trata de aliados e intereses imperialistas.

Así mismo, el imperialismo no cesa su violencia y bombardea el valiente Yemen de los hutíes, que garantizan la solidaridad con Palestina en el Golfo Pérsico, además de la constante amenaza nuclear y militar contra Irán, a quien estos días se le invade el espacio aéreo, en la búsqueda constante de la provocación, y mostrando que el ariete que el imperialismo emplea en Asia Occidental es el ente sionista, con el apoyo de la flota de EE.UU y Reino Unido, y el soporte del resto de aliados (incluido el aporte de la Armada española en el Mediterráneo y el Índico).

En Europa, a través del avance constante de los misiles de la OTAN hacia el este en los últimos 30 años, el imperialismo hoy despliega la guerra contra Rusia desde hace 3 años, de forma que EE.UU. se retira parcialmente, para atender el control del continente americano y el frente chino, pero deja la misión a la sumisa Unión Europea, como responsable de mantener la agresión a Rusia. La patética escena de los líderes belicistas europeos, con la socialdemocracia al frente (la del gobierno PSOE-Sumar, incluídos) exigiendo el auge militarista, refleja su papel histórico al servicio de los monopolios. La constante guerra ideológica y mediática antirrusa, que se cierne sobre la clase trabajadora y los pueblos europeos, no tiene comparación desde la propaganda de la Alemania nazi.

En el continente americano, el imperialismo intenta atacar los proyectos de soberanía que han sido levantados por los pueblos de Latinoamérica durante décadas de lucha, a través de golpes blandos o directamente llevando a cabo el terrorismo paramilitar y la desaparición física de numerosos militantes de los sectores populares, así como la guerra mantenida frente a la Revolución Cubana durante más de seis décadas, con todo tipo de métodos y artimañas, y que hoy sigue en pie con dignidad y resistencia ejemplar, tras los ataques a las estructuras energéticas cubanas.

Mientras tanto, y de forma simultánea, el imperialismo cuece lentamente su agresión a China, sucediéndose estos días el hostigamiento con fuego real de las fragatas filipinas en los islotes del Mar Meridional de China y la instalación de misiles de largo alcance por parte de Japón en el sur de su archipiélago, a menos de 1000 km de China y Corea, mientras que se instiga la confrontación por parte de EE.UU con las provocaciones en Taiwán, así como aprueba nuevos aranceles contra China.

Es una guerra total en la que el imperialismo ataca con distintas piezas y desde distintos escenarios, con un mismo fin: mantener su dominación mundial, que hoy se encuentra en grave riesgo tras más de cinco siglos de hegemonía absoluta.

Ante la guerra total del imperialismo, solo cabe una misma lucha unitaria de los pueblos.

Hasta ahora la lucha internacional que la solidaridad con Palestina ha sido capaz de desplegar, ha conseguido numerosas victorias parciales que han servido, no solo para recuperar espacios de lucha y organización en todo el mundo, sino para derribar cualquier tipo de credibilidad por parte del ente sionista de Israel y acorralar sus alianzas. Pero en la medida en la que sigamos parcelando la lucha antiimperialista y no seamos capaces de entender que la lucha contra el auge de los presupuestos militares en Europa y la solidaridad con Palestina, forman parte de una misma lucha, seremos incapaces de hacer frente a los planes del imperialismo y su dominación.

Hoy se materializa nítidamente que el viejo mundo se muere. El nuevo mundo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos, como bien expresó Gramsci. Es hoy cuando se debe redoblar la lucha antiimperialista en una clara orientación de internacionalismo proletario, que orientado hacia la derrota del capital a través de la revolución proletaria y la construcción del socialismo y el comunismo, es la única alternativa para erradicar a la bestia imperialista de manera definitiva. Esa ha sido siempre nuestra premisa como comunistas, pero no ha sido la hegemónica por la clara influencia del reformismo entre las masas obreras. Los monstruos van surgiendo, enfrentarlos en lo ideológico, organizativo y en las luchas obreras y de los pueblos contra el colonialismo y la ocupación son la tarea imprescindible del momento. Frente a la guerra total del imperialismo lucha de masas organizadas en amplia unidad de acción para derrotar la barbarie.

El imperialismo no puede tolerar la unidad de acción y la solidaridad conjunta de los pueblos y por ello divide nuestras luchas, y emplea a la socialdemocracia en el poder (PSOE-Sumar) para debilitarnos. De esta forma, nos intenta dividir cuando el gobierno dice con la boca pequeña que se solidariza con Palestina (mientras sigue sin romper relaciones con Israel después de más de año y medio de genocidio) y por otro lado sigue con su fobia antirrusa y su escalada militar.

Desde el PCPE llamamos a la clase obrera y los sectores populares, a solidarizarse con el pueblo palestino y su Resistencia, una sola Palestina libre del río al mar, hasta expulsar al ente sionista, pero simultáneamente, llamamos a levantar con la mayor urgencia la lucha contra la guerra en Europa y el auge de los presupuestos militares, luchando contra la bestia imperialista en nuestro propio territorio. Una escalada de guerra, que busca acabar con los derechos democráticos más básicos (derecho a reunión, a protesta y derecho a huelga), liquidar los servicios públicos y conquistas históricas y mantener la tasa de ganancia de los monopolios a través de la guerra, pretendiendo enfrentarnos a otros pueblos en una lógica que solo nos lleva a la destrucción, al peligro nuclear y a la muerte.

La socialdemocracia internacional se ha organizado, como hace algo más de cien años, para seguir jugando el papel de capataz del capital, dividiendo a la clase trabajadora y entregando nuestros cadáveres para beneficio del imperialismo. Desde el PCPE llamamos a levantar un amplio Frente Mundial Antiimperialista, basado en el trabajo constante desde espacios de base democráticos, por la paz, contra la guerra y los presupuestos militares, por la solidaridad con el pueblo palestino y en contra de los planes de dominación del imperialismo.

GANAR LA PAZ PARA DERROTAR LA GUERRA.
PALESTINA LIBRE DEL RÍO AL MAR
POR UN FRENTE MUNDIAL ANTIIMPERIALISTA
TU LUCHA DECIDE

21 de marzo de 2025

Comité Ejecutivo del PCPE

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