Los organizadores de las protestas en Serbia están recibiendo apoyo directo de los servicios de inteligencia occidentales, declaró el vice primer ministro de Serbia, Aleksandar Vulin, a la agencia rusa RIA Novosti.
«Han contado con el apoyo de partidos políticos de la oposición y de los servicios de inteligencia de Occidente, que han participado activamente desde el principio», indicó.
«Tal reunión de personas no puede ser aleatoria. Y no puede continuar durante tanto tiempo por casualidad, solo por entusiasmo. Sin una organización externa no habría sido posible. La inmensa mayoría de estos jóvenes no han sido comprados por nadie. Pero sus líderes están organizados, formados y pagados», explicó.
Las masivas protestas comenzaron en Serbia en noviembre del 2024, cuando una marquesina se desplomó en la estación de tren de la ciudad de Novi Sad, matando a 15 personas. Desde ese momento, los manifestantes exigen la dimisión del primer ministro, Milos Vucevic, y del alcalde de Novi Sad, Milan Djuric, así como la detención de todos los que, en su opinión, son responsables de lo ocurrido.
El 15 de marzo, se organizó una protesta a gran escala en Belgrado, con alrededor de 107.000 participantes. El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, comparó lo sucedido con el Maidán de Kiev, el golpe de Estado llevado a cabo en Ucrania en el 2014 con la participación de fuerzas occidentales.
