“Fueron llevados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), prisión de máxima seguridad en Tecoluca, donde son sometidos a tratos inhumanos y crueles”, aseguró ante decenas de periodistas el profesor de la Universidad Mayor de San Andrés Álex Chamán, en el epícentro político de Bolivia, la Plaza Murillo, kilómetro cero de La Paz.
Durante el encuentro con los comunicadores al que asistió Prensa Latina, el catedrático deploró que estos y otros ciudadanos del mundo fueron atrapados en la calle, centros de trabajo, sus domicilios y expulsados encadenados, con grilletes y en circunstancias denigrantes, sin ninguna información o notificación previa.
Chamán advirtió que Washington se comporta de la misma manera que durante las invasiones a Irak, Afganistán y otros países del Medio Oriente, cuando crearon centros de tortura en otros países e incluso en alta mar, sin respeto al derecho al debido proceso.
“En El Salvador -comentó el profesor universitario-, la construcción de cárceles que funcionan como campos de concentración, no solo es una violación de los derechos humanos, sino que es una confesión descarada del fascismo que busca regenerarse en nuestra era».
«Estas prácticas recuerdan los horrores del régimen de Hitler y al Plan Cóndor, y son una afrenta a la dignidad humana (…)”, acotó.
Recordó que los migrantes venezolanos fueron acusados indiscriminadamente de pertenecer al denominado Tren de Aragua, solo por ser venezolanos, y deportados ilegalmente, sobre la base de la Ley de Enemigos Extranjeros, una normativa creada en un contexto de guerra, en 1798.
Por su parte, en declaraciones a esta agencia de noticias, la exministra de Salud (2006-2008 y 2010-2012) Nila Heredia subrayó que “los venezolanos deportados son víctimas de las prácticas deshumanizantes de Trump y de Bukele, quienes han convertido a El Salvador en una Guantánamo centroamericana (…)”.
Añadió que se trata de un negocio capitalista que sobre la base de la tortura y la violación de los derechos humanos generará ingresos al Gobierno salvadoreño de seis millones de dólares anuales por año, según el propio Bukele.
Subrayó que el silencio ante este crimen es complicidad, y que por tal motivo la Internacional Antifascista Capítulo Bolivia convoca a una marcha que acontecerá este martes a las 17:00 hora de Bolivia, en La Paz.
“Marcharemos pacíficamente desde la plaza Isabel la Católica hacia la embajada de Estados Unidos, en la Avenida Arce, zona de San Jorge, para denunciar estas injusticias y para defender la dignidad de los migrantes en general, y en particular de los venezolanos», concluyó.
