A principios de mes, Trump amenazó a Rusia con aranceles y sanciones a gran escala para presionar por la firma de un alto el fuego. Aunque omitió las sanciones energéticas, la declaración representa un notable cambio de tono por parte de Trump, al que acusan de jugar el mismo juego que Putin.
El plan de Trump consiste en convencer a Rusia para poner fin a las hostilidades a cambio de impedir la entrada de Ucrania en la OTAN y conservar los territorios conquistados.
La cuestión crucial es la “coalición de voluntarios”, es decir, el envío de tropas a Ucrania por parte de los países europeos. Esta semana el plan ha fracasado (*). Oficialmente no enviarán tropas a luchar contra Rusia, aunque Bruselas sigue las negociaciones para encontrar la mejor manera de seguir sosteniendo la guerra.
Macron parece convencido de que Trump finalmente participará indirectamente en algún tipo de apoyo militar a Ucrania. El acuerdo minero propuesto, que permite a Estados Unidos aprovechar las riquezas naturales de Ucrania, otorga a Washington un interés económico directo en el país.
Si Putin rechaza la tregua, Trump podría adoptar el plan B, sugerido por su amenaza de sanciones. El asesor estadounidense de seguridad nacional, Mike Waltz, propuso advertir a Rusia que Estados Unidos podría aumentar considerablemente su “ayuda” a Ucrania si Putin no cooperaba. Waltz también apoyó la idea de aprovechar las sanciones y las políticas energéticas para debilitar la máquina de guerra rusa y rellenar el vacío dejado por las exportaciones energéticas de Rusia.
Las sanciones constituyen una herramienta política fracasada. No han logrado hundir la economía rusa, lo que tampoco es ninguna sorpresa. Históricamente las sanciones económicas rara vez han alcanzado su objetivo. Los países afectados generalmente encuentran la manera de eludirlas.
Rusia no ha sido una excepción. Desde 2022 las exportaciones procedentes de la Unión Europea hacia Rusia han caído drásticamente. Paralelamente, las exportaciones hacia Turquía, Emiratos Árabes Unidos y seis Estados fronterizos de Rusia, incluido Kirguistán, han aumentado en proporciones similares.
(*) https://www.reuters.com/world/europe/europes-talks-ukraine-security-shift-sending-troops-2025-03-26/