Un oficial de reclutamiento militar ucraniano ha asegurado que «no dejará» que su hijo se una al Ejército y disuade a otros jóvenes de firmar contratos con las Fuerzas Armadas de su país para que no caigan en «brigadas de carne de cañón», donde las probabilidades de supervivencia son muy bajas.
«Pregunto si sus padres lo saben o no. Trato de disuadir de todas las maneras. Bueno, hay algunos fanáticos. Aunque también nos asignan planes de reclutamiento para contratos», dijo Yuri Kovalyuk, jefe de un centro de reclutamiento de la región de Rivne, en declaraciones a la prensa local.
Se hijo se graduó de la Universidad de Comercio y Economía de Lvov. «Bueno, no lo dejaré. No lo dejaré en el Ejército, ya basta. Mi hijo tiene 22 años», manifestó el reclutador. Asegura que los comandantes ucranianos no tienen compasión por los soldados y envían batallones enteros a la muerte. «Yo mismo vi cómo sucedía. Hay algunos comandantes que matan batallones. Es que desde el principio de la guerra, no calcularon nuestros recursos humanos. Es mucho menor [que el de los rusos]», explicó.
«Les disuado, les digo: ‘chicos, tendrán que servir en brigadas de carne de cañón, donde la supervivencia del personal es muy baja'», señaló. Kovalyuk también recordó un caso de tres jóvenes enviados al frente. «Dos chicos, uno tenía 21 años, el otro 22. Les pregunté dónde estaban sus padres. Uno dijo: ‘Mamá murió y papá está en el extranjero’, y el otro respondió: ‘Importo una mierda a mis padres’. Había otro chico, su madre tenía cáncer, y se fue [al frente] para poder pagar el tratamiento de su madre», relató. «A este programa irán los chicos que necesitan dinero. Y no saben que puede que no consigan el dinero», concluyó.
- En Ucrania, los hombres son movilizados obligatoriamente desde los 25 años, pero a quienes aún no tienen esta edad se les ofrece un contrato de 1 millón de grivnas (24.000 dólares) y una asignación mensual de hasta 120.000 grivnas (casi 3.000 dólares), además de otros beneficios.