Una veintena de personas fallecieron y decenas resultaron heridas como consecuencia de los ataques de Israel contra la Franja de Gaza en las últimas horas. El Ministerio de Salud gazatí informó que el número total de muertos desde el inicio del conflicto ha superado los 51.000.
Además, la falta de asistencia médica por la escasez de medicamentos sigue agravándose debido al bloqueo total de Israel. Las discusiones sobre un nuevo cese al fuego se obstaculizan por el rechazo de Hamás a aceptar la condición israelí de un desarme total del grupo islámico. Sin embargo, este último ha mostrado disposición a negociar un intercambio de rehenes a cambio de una tregua permanente.
Por su parte, Tel Aviv solo propone una pausa de 45 días, mientras continúan las atrocidades que arruinan la vida de los palestinos.
La familia Abu al-Qas, por ejemplo, no pudo sobrevivir al ataque que destruyó su hogar en el norte de la Franja de Gaza. Mientras tanto, familiares continúan recuperando cuerpos de entre los escombros. Muchas familias por todo el enclave enfrentan la misma tragedia, víctimas de una interminable masacre.
Nadjah Miqdad, de Jan Yunis, se entristece al hablar de la pérdida de su esposo y sus tres nietos. «Mis nietos, mi hijo y mi esposo estaban en una habitación. Mi marido veía las noticias. Murió con sus nietos. Mi hijo y mi nuera, gracias a Dios, están vivos, aunque están heridos, pero los nietos pequeños murieron. Que Dios castigue a Estados Unidos por suministrar armas a Israel«, expresa.
En medio de este caos, el alto Comisionado de la ONU ha condenado la matanza de civiles, pero Israel sigue ignorando los llamados a la paz y continúa sus agresiones sin piedad.