El embajador ruso, Vasili Nebenzia, responsabilizó a Ucrania por el fracaso del cese al fuego temporal en infraestructuras energéticas, tras declarar ante el Consejo de Seguridad de la ONU que cualquier tregua actual resulta inviable sin reciprocidad.
Nebenzia, aclaró que cualquier documento de la ONU sobre un alto el fuego dependerá de condiciones específicas, vinculadas a acuerdos previos entre las partes. Rusia, condiciona su apoyo a garantías que Kiev aún no ha aceptado, según sus declaraciones.
La posibilidad de una tregua, surgió tras la segunda llamada entre Putin y Trump, donde abordaron un cese de hostilidades de 30 días y negociaciones técnicas sobre seguridad en el Mar Negro. Sin embargo, el diálogo no ha evitado nuevas tensiones en el conflicto.
Aunque Putin ordenó suspender los ataques a la infraestructura energética ucraniana, el gobierno ruso denuncia incumplimientos sistemáticos por parte de Kiev. Moscú asegura que las fuerzas ucranianas continúan bombardeando instalaciones rusas, pese al compromiso inicial de Zelenski.
La escalada militar persiste, mientras las acusaciones mutuas socavan los frágiles acuerdos. Organismos internacionales exigen proteger a la población civil y garantizar el acceso a servicios básicos, en medio de advertencias sobre una crisis humanitaria agravada por los ataques a redes energéticas.