Los políticos de Estados Unidos se han vendido a los grupos de presión de Israel, según afirmó el lunes el economista y analista geopolítico estadounidense Jeffrey Sachs.
En una entrevista con el juez retirado y comentarista político Andrew Napolitano, Sachs comentó el nombramiento de Merav Ceren, exempleada del Ministerio de Defensa israelí, como encargada de asuntos de Israel e Irán en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
«Básicamente, se trata de una estafa. Nuestros políticos se han vendido al lobby israelí», dijo Sachs, al hablar con su entrevistador sobre la posible doble ciudadanía de la nueva funcionaria.
Coincidió con su interlocutor en que la alta funcionaria podría ahora contar con acceso a información secreta, al tiempo que «mantendrá cierta lealtad al Ministerio de Defensa de Israel».
Calificó esa circunstancia de «impactante» y «completamente inaceptable para un presidente que dice que su objetivo es EE.UU. primero».
«En Washington todo está en venta, incluida la política exterior estadounidense. Israel la ha controlado, y nos ha arrastrado a una guerra tras otra. Y con las noticias de hoy, es increíble cómo vamos a salir de esto», sostuvo, mencionando que Ceren está vinculada al senador Ted Cruz, quien «recibe una fortuna del lobby israelí».
Enfatizo que «es profundamente irresponsable, por parte de un presidente de Estados Unidos, hipotecar de esta manera la política exterior estadounidense» y «permitir a un grupo de presión comprar a los militares estadounidenses, comprar la política exterior estadounidense».
«Lo que están comprando es una guerra extremista y radical y perpetua. [Israel] ya ha llevado a Estados Unidos a repetidas guerras, en contra de la voluntad de casi todos los países del mundo, salvo Israel y un puñado de pequeños países que se alinean con Estados Unidos», acentuó Sachs, exasesor especial de las Naciones Unidas.
Por el contrario, dijo, «Estados Unidos podría satisfacer su seguridad y alinearse con el mundo entero con solo cambiar un voto» en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Washington bloquea resoluciones del organismo para favorecer a Israel.
