
Al amanecer de este sábado 3 de mayo, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez encabezó en La Habana una ceremonia militar y acto político para conmemorar el 80 aniversario de la victoria sobre el fascismo, que se celebra el próximo 9 de mayo.
El acto solemne tuvo lugar en el mausoleo al Soldado Internacionalista Soviético, donde reposan los restos de combatientes de ex repúblicas soviéticas que murieron en misiones internacionalistas en Cuba.
La ceremonia comenzó con la colocación de ofrendas florales ante la llama eterna, símbolo de la memoria de quienes lucharon contra el fascismo. Viktor Koronelli, embajador de Rusia en Cuba, recordó el enorme sacrificio de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial, con más de 27 millones de vidas perdidas, así como advirtió sobre el resurgimiento del neonazismo en el mundo actual. Además, apreció la postura firme de Cuba contra la glorificación del nazismo.
Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, destacó la importancia histórica de la victoria antifascista y la valentía de los pueblos que derrotaron al enemigo. Asimismo, reflexionó sobre las amenazas actuales del imperialismo y enfatizó que conmemorar esta victoria es un llamado a la acción para enfrentar los peligros que acechan hoy a la humanidad.

El acto concluyó con un desfile militar y la colocación de rosas ante la escultura del General Issá Aleksándrovich Plíyev, dos veces Héroe de la URSS y jefe de las tropas soviéticas en Cuba durante la Crisis de Octubre de 1962. Este tributo final se realizó nuevamente frente a la llama eterna, reafirmando el compromiso de honrar la memoria de quienes protagonizaron esta gran epopeya histórica.