Cuando las personas, absolutamente desamparadas por el Estado y el gobierno de turno, se ven obligadas a vivir en la calle, lo lógico es que por las noches busquen refugio que les cobije. El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha sido frecuentado por las mencionadas personas escupidas por el sistema (capitalista).
Por ese motivo, Aena ha anunciado que implementará controles de acceso a dicho aeropuerto, permitiendo la entrada únicamente a pasajeros, acompañantes y personal autorizado durante determinadas franjas horarias.
Ayer, miércoles, la empresa informó mediante una nota de prensa, que la medida tiene como objetivo “contribuir a que la situación de las personas sin hogar que pernoctan en el aeropuerto no empeore”, al tiempo que pretende “garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones aeroportuarias”.
La gestora aeroportuaria señala que ya ha remitido un requerimiento legal al Ayuntamiento de Madrid, al que considera responsable de atender a estas personas, tal como anunció su presidente, Maurici Lucena, en rueda de prensa la semana pasada.
Aena acusa al consistorio de una “actuación claramente insuficiente” y de “dejación de funciones”, y señala directamente al alcalde José Luis Martínez-Almeida y a la delegada de Servicios Sociales.
Según se ha podido saber, en las terminales del aeropuerto suelen pernotar entre 300 y 400 personas cada noche.
Una cosa está clara. Quienes tanto insisten en que la ley está para ser cumplida obvian que la Carta Magna, en su artículo 47 dice: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”.
Es evidente que lo incumplen.