En tal sentido, el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, reafirmó su oposición a la presencia de bases militares extranjeras en Ecuador.
Por medio de un comunicado, recalca que la reciente aprobación para su establecimiento, vulnera la soberanía nacional y expone al país a intereses foráneos.
Advierte en el texto que en otras naciones estas fuerzas no solo han fracasado en la lucha contra el narcotráfico, sino que también han sido utilizadas para reprimir a movimientos sociales y opositores políticos, así como para proteger territorios entregados a empresas extranjeras.
Para esa colectividad, «esto no solo lesiona la soberanía nacional como país, permite además al gobierno de Daniel Noboa engañar a las y los ecuatorianos con vacías promesas de combate a los grupos narcotraficantes».
Hay suficiente experiencia en los países vecinos, víctimas de cárteles de narcotraficantes, con iguales o peores niveles de violencia, donde se instalaron más de una base militar extranjera, con resultados casi inexistentes, alerta.
Señala que a pesar de capturar o eliminar a algunos de los cabecillas más visibles, los cárteles han seguido creciendo, además que muchos militares extranjeros pasaron a formar parte de estos grupos o hicieron grandes negocios con la guerra.
Advierte que también, esas fuerzas militares extranjeras fueron utilizadas para combatir a los sectores sociales y políticos contrarios a los gobiernos de turno, para vigilar territorios concesionados a empresas mineras y petroleras extranjeras.
«No es especular asegurar que, dado el entreguismo de Noboa, termine involucrando al Ecuador en una guerra internacional», enfatiza el Movimiento que al mismo tiempo rechaza el voto a favor de la reforma de asambleístas de Pachakutik.
Hoy, con 82 votos a favor, la Asamblea Nacional aprobó dicha propuesta que fue impulsada por el gobierno de Daniel Noboa con el objetivo de fortalecer la lucha contra la inseguridad.
El texto anterior establece que Ecuador es un territorio de paz y prohíbe explícitamente la instalación de bases extranjeras con fines militares.
La reforma aprobada mantiene únicamente la primera parte, eliminando la restricción, lo que abre la puerta a eventuales acuerdos militares con potencias extranjeras, si así lo decide el Ejecutivo de turno.
Para Roque Ordoñez, asambleísta de Revolución Ciudadana, reformar este artículo implicaría desmontar la doctrina de paz que a ningún país con bases militares extranjeras le ha funcionado, pero aún más grave, abriría el territorio a confrontaciones geopolíticas ajenas.
La bancada de la Revolución Ciudadana rechazó la propuesta, argumentando que representa una amenaza a la soberanía nacional y puede comprometer la neutralidad del país frente a conflictos internacionales.
