
«Se ha elaborado un plan integral y multinivel para la puesta en marcha gradual de la central nuclear. El plan se encuentra actualmente en fase de aprobación por parte del Gobierno ruso», precisó el director de Rosatom y participante en la reunión, Alexéi Lijachov.
De acuerdo con el titular ruso, el reinicio de la planta solo será posible cuando se eliminen todas las amenazas para la central, incluidos los sabotajes. No obstante, las amenazas militares a la planta por parte de las FFAA de Ucrania se están agravando, resaltó.
En este contexto, Lijachov recordó, que Occidente controla el consejo de directores del OIEA, lo que explica la ausencia de críticas de la agencia hacia Kiev, lo que muestra una «doble moral».
Abordando otros temas de la agenda internacional, informó, que Moscú está dispuesta a colaborar con Washington en materia de combustible estadounidense para la planta, con la mediación del OIEA. Asimismo, Rosatom está dispuesta a colaborar en la resolución de cualquier cuestión relacionada con el programa nuclear iraní, agregó.
A su vez, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, destacó cualquier ataque contra una central nuclear, incluida la de Zaporozhie, es inaceptable. En sus palabras, el reinicio de esa planta implica el cumplimiento de los requisitos técnicos para un funcionamiento estable, incluido el suministro de agua y electricidad.
Por el último, profundizó, que el OIEA está dispuesto a desempeñar su papel de mediador entre Moscú y Washington en el contexto del uso del combustible nuclear.
La central nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa, se encuentra cerca de la ciudad de Energodar, cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene 6.000 megavatios de potencia total.
En octubre de 2022, tras la incorporación de la región de Zaporozhie a Rusia, la central pasó a ser propiedad de este país. Los seis reactores de la planta están apagados para minimizar el riesgo de su exposición al conflicto armado en curso.