
«ACNUR, como órgano subsidiario de la Asamblea General de las Naciones Unidas, ha dejado de lado su naturaleza acordada por las naciones miembros, para convertirse en un instrumento de manipulación, de doble rasero y de injerencia en los asuntos internos de los Estados, al servicio de las potencias que aún no aceptan el derecho de los pueblos y naciones a su soberanía y autodeterminación», refirió el ministro de Relaciones Exteriores, Valdrack Jaentschke, en un comunicado.
En el texto, el canciller nicaragüense puntualizó que la agencia aplica valoraciones dispares entre los países, siendo permisivos e indiferentes ante «las barbaries irracionales que cometen las potencias en contra de los países en vías de desarrollo».
Asimismo, Jaentschke destacó que, para Nicaragua, estas acciones van en contra de la Carta de las Naciones Unidas y representan una afrenta contra la soberanía de su pueblo.
«Razón que nos ha llevado a tomar la decisión irrevocable de no continuar formante parte de este órgano. Por lo anterior, notificamos nuestra decisión soberana de retirarnos a lo inmediato» de ACNUR, concluyó.