El Rey no puede ser procesado ni juzgado por ningún tribunal español por los actos que realice, incluso si son ilegales. Y, sin embargo, se atreve a decir que:
«Reconocer al Poder Judicial es reconocer un poder integrado por jueces y magistrados independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley», ha dicho el monarca, quien ha destacado que los jueces y magistrados velan por ese principio sobre el que reposa la arquitectura institucional y la conciencia ciudadana: el principio de igualdad ante la ley. Y ha indicado que la legitimidad de las instituciones se alimenta de la confianza de la ciudadanía, «y mantener y merecer esa confianza es un trabajo delicado y un esfuerzo diario».
Olé