
El presidente ruso, Vladímir Putin, lazó una severa advertencia al régimen de Kiev: la posible utilización de una «bomba sucia» contra Rusia sería el «último error» que cometería el régimen de Ucrania, con consecuencias «catastróficas».
«El uso de una bomba sucia contra Rusia sería un error colosal por parte de aquellos a quienes llamamos neonazis en el territorio de la actual Ucrania. Quizás sería su último error», afirmó Putin, subrayando la gravedad de tal escenario.
El jefe de Estado ruso fue enfático al recordar la doctrina nuclear de su país, que «siempre indica que respondemos a todas las amenazas que se nos presentan con la misma moneda». En este sentido, advirtió: «Por lo tanto, nuestra respuesta será muy dura y, muy probablemente, catastrófica tanto para el régimen neonazi como, lamentablemente, para la propia Ucrania. Espero que nunca lleguemos a eso».
Pese a la contundencia de sus palabras, Putin destacó que, «gracias a Dios, no existe una confirmación de semejantes intenciones». Sin embargo, aclaró que «ideas de ese tipo pueden surgir de la mente enferma de algunas personas».
Putin aprovechó su intervención en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo para reafirmar que Rusia no busca la capitulación de Ucrania, sino el «reconocimiento de la situación que se ha desarrollado sobre el terreno«.
El mandatario señaló que Rusia nunca cuestionó el derecho del pueblo ucraniano a la independencia y la soberanía. Argumentó que las acciones de su país en Ucrania, tras el golpe de Estado de 2014, tenían como objetivo «proteger a la población espiritualmente vinculada a Rusia».
«Un golpe de Estado, sangriento y anticonstitucional en Ucrania. ¿Qué es esto? También es una acción desde una posición de fuerza. Y la anterior administración estadounidense del expresidente Joe Biden señaló explícitamente que gastó miles de millones de dólares en este golpe. Sin vergüenza, lo declaró públicamente», explicó Putin.
Asimismo, el presidente ruso denunció que los repetidos llamamientos de Rusia para que la OTAN no se expandiera hacia el este han sido «ignorados» y los intereses de Moscú han sido desatendidos.
«Nos decían desde principios de los años noventa, desde hace décadas, que en ningún caso, nunca, bajo ninguna circunstancia, se produciría una expansión de la OTAN hacia el este. Después tuvieron lugar cinco oleadas de expansión. Podemos decir que ya son seis. Y a pesar de todos nuestros llamamientos para que no lo hicieran, todos fueron ignorados… Se trata de acciones desde una posición de fuerza, que no tienen en cuenta los intereses de Rusia», enfatizó.