Esta brutal agresión constituye una escalada peligrosa, una obediencia ciega a la agenda de Israel, una flagrante violación del derecho internacional y una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales, afirmó Hamas en un comunicado.
Las incursiones contra las instalaciones de Isfahán, Natanz y Fordow constituyen “un ejemplo flagrante de la política de imposición de hegemonía a través de la lógica de la fuerza”, subrayó.
Hamas acusó a la Casa Blanca de adoptar “la ley de la selva” y alertó sobre las repercusiones del ataque.
Consideramos a la administración estadounidense y al gobierno de ocupación israelí plenamente responsables de las graves repercusiones de esta agresión, recalcó Hamas, que reafirmó su solidaridad con Irán, sus dirigentes y su pueblo.
En similar sentido se pronunció la Yihad Islámica al afirmar que “la flagrante agresión estadounidense contra Irán es una declaración de guerra contra esa nación”.
El bombardeo demostró que el gobierno de Estados Unidos es el mayor enemigo del progreso en Oriente Medio, destacó.
La orden del presidente Donald Trump confirma que Washington “es el principal partidario de las acciones terroristas del régimen sionista (Israel) contra las naciones de la región”, estimó.
También el Movimiento Muyahidín condenó la agresión estadounidense al considerarla una violación de la soberanía iraní.
Estados Unidos e Israel son la principal fuente de terrorismo y maldad en el mundo, además de una verdadera amenaza a la paz y la estabilidad de la humanidad, aseguró.