El ataque ocurrió el 22 de junio, cuando un extremista del grupo Daesh detonó una bomba que portaba en su cuerpo en el interior del recinto religioso.
Mediante un comunicado de prensa, emitido por el Ministerio chileno de Relaciones Exteriores, el Ejecutivo, presidido por Gabriel Boric, lamentó el hecho que, afirmó, profundiza la violencia contra las comunidades religiosas en Siria.
“El Gobierno de Chile expresa sus más sentidas condolencias a las familias de las víctimas y al pueblo sirio, y reitera su firme rechazo a toda forma de violencia y discriminación por motivos étnicos o religiosos”, precisa el documento.
Las autoridades sirias informaron que en una operación policial muy precisa, lograron detener a los planificadores del atentado.