El almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos (EE.UU.), concluyó este su visita a Panamá tras observar la cooperación militar con las fuerzas panameñas, en medio de masivas protestas contra la presencia militar estadounidense y acuerdos que amenazan la soberanía nacional.
Miles de universitarios, profesores y ciudadanos han marchado en el país centroamericano para rechazar un memorando de entendimiento firmado con EE.UU. que contempla una mayor presencia militar estadounidense y el uso de sitios de defensa cercanos al Canal de Panamá.
Lo anterior, ha sido interpretado como una violación de la neutralidad panameña y un retroceso en la lucha por la soberanía nacional.
Según información de la Embajada estadounidense en Panamá, durante su estancia en el país, Holsey tuvo la oportunidad de observar “la excelente cooperación entre nuestro personal militar y los estamentos de seguridad panameños mientras trabajamos juntos para lograr una región más próspera y segura”.
La visita de Holsey, no solo refuerza la presencia militar estadounidense, sino que también aviva las tensiones sociales en un momento de manifestaciones por la soberanía nacional.
Aunque el Gobierno panameño insiste en que el memorando no cede territorio ni reinstala bases militares, como ocurrió históricamente, los manifestantes se oponen y desconfían de estas afirmaciones.
El rechazo a las bases militares ha sido una constante en la historia panameña, con episodios como las manifestaciones de 1964 que llevaron a la firma de los tratados Torrijos-Carter en 1977, que finalmente devolvieron el control del Canal a Panamá en 1999.