La madrugada del lunes 7 de julio, el portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen, general de brigada Yahya Saree, confirmó los ataques israelíes contra los puertos de Hodeidah, Ras Issa y Salif, así como a la central eléctrica de Ras Katheeb, y aseguró que la fuerza aérea hutí neutralizó gran parte de la agresión sionista.
En una breve declaración, el general de brigada Saree afirmó: «Las defensas aéreas yemeníes se enfrentaron eficazmente a la agresión israelí y obligaron a gran parte de sus formaciones a abandonar las operaciones».
Detalló que la operación de respuesta a los ataques se llevó a cabo «con un gran lote de misiles tierra-aire caseros«, lo cual causó gran estado de confusión entre los pilotos y las salas de operaciones israelíes, según afirmó el alto cargo militar.
Nuevamente reafirmó que las defensas del movimiento Ansar Allah están listas y presentes para enfrentar las agresiones contra su país con toda la fuerza y la capacidad.
Agregó además que estas agresiones a sus puertos no disminuirán sus ataques en apoyo al pueblo gazatí: «Estos ataques no afectarán nuestras capacidades militares, y las operaciones de apoyo para Gaza y Palestina continuarán a un ritmo alto«.
El Ejército israelí lanzó en la madrugada del lunes 7 de julio un ataque contra varios puertos de Yemen y otros puntos estratégicos del país controlados por el movimiento de los hutíes.
El ministro de Defensa sionista, Israel Katz, informó que se llevaron a cabo como parte de una operación bautizada «Bandera Negra», orientada contra la infraestructura yemení que ha atacado a barcos en el Mar Rojo por sus vínculos con el ente sionista.
Al respecto, un corresponsal de Al Mayadeen indicó que 10 aviones israelíes abandonaron el espacio aéreo yemení tras activarse la defensa de los hutíes. La misma fuente afirmó que los enfrentamientos entre las fuerzas aéreas de Yemen y los aviones ocupantes duraron más de media hora en el espacio aéreo sobre el Mar Rojo.
