El Primer Congreso Judío Antisionista en Viena: Un Hito en la Lucha por la Liberación de Palestina

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Bajo los ecos de una Viena que un día albergó los sueños imperiales de los Habsburgo y más tarde las primeras formulaciones teóricas del sionismo moderno, se ha escrito estos días un nuevo capítulo en la historia de las resistencias judías. Del 13 al 15 de junio de 2025, la misma ciudad que vio nacer el proyecto colonial sionista de Theodor Herzl se convirtió en escenario de su más vigorosa impugnación: el Primer Congreso Judío Antisionista, un evento que trascendió lo meramente político para convertirse en un grito ético, histórico y existencial.

La Geopolítica de un Grito

Celebrado en el contexto del genocidio palestino en Gaza —donde según cifras de Naciones Unidas más de 55.000 civiles han sido masacrados desde octubre de 2023—, el congreso emergió como respuesta orgánica a lo que los participantes denominaron «la gran traición sionista al judaísmo». No se trataba simplemente de un foro de discusión, sino de un acto de desobediencia epistemológica: mientras los gobiernos occidentales siguen blindando a Israel con armas y cobertura diplomática, trescientas voces judías se alzaron para decir al mundo que el emperador está desnudo.

El peso simbólico del lugar elegido no podía ser más elocuente. Fue precisamente en el Café Landtmann de Viena, hoy lugar turístico frecuentado por intelectuales, donde Herzl concibió su proyecto de Estado judío como «solución» al antisemitismo europeo. Ciento veintiocho años después, en salones apenas a kilómetros de distancia, descendientes de aquellos judíos que el sionismo pretendía «salvar» denunciaron que el remedio había resultado peor que la enfermedad: en nombre de la seguridad judía, Israel ha creado el régimen de apartheid más longevo del siglo XXI.

Las Heridas Abiertas de la Memoria

Uno de los momentos más estremecedores llegó cuando Brigitte Oftner, octogenaria sobreviviente de Mauthausen, tomó la palabra para recordar el juramento que los prisioneros liberados hicieron en 1945: «Lucharemos por un mundo donde ningún pueblo oprimirá a otro». Con voz quebrada pero firme, Oftner conectó los puntos de la historia: «Los mismos bancos que financiaron a Hitler financian hoy los asentamientos ilegales en Cisjordania. Los mismos países que cerraron sus puertas a los judíos que huíamos del nazismo hoy arman hasta los dientes a los verdugos de Palestina».

Este ejercicio de memoria histórica no fue casual. El congreso buscó conscientemente rescatar aquella tradición judía que el sionismo ha tratado de borrar: la de los bundistas que soñaban con revoluciones sociales universales, la de los rabinos que enseñaban que el exilio sólo terminaría con la llegada del Mesías, la de los intelectuales como Hannah Arendt que ya en 1948 alertaban sobre los peligros de crear un Estado étnico-religioso.

El Elefante en la Sinagoga: La Crisis de Representación

Quizás la contribución más radical del congreso fue su desmantelamiento sistemático del mantra sionista: «Todo judío es un sionista potencial». Durante tres días, académicos como Moshe Zuckermann desmontaron pieza por pieza este sofisma, demostrando cómo el establishment israelí ha instrumentalizado el trauma del Holocausto para crear lo que definió como «una religión civil del miedo».

«Nos han enseñado a ver fantasmas antisemitas en cada crítica a Israel», denunció la joven activista argentina Deborah Feldman. «Pero el verdadero antisemitismo es convertir a los judíos en cómplices de un proyecto genocida». Esta idea resonó especialmente entre los jóvenes judíos de la diáspora, muchos de los cuales relataron cómo crecieron sintiendo que ser judío equivalía a defender incondicionalmente a Israel, hasta que la realidad de Palestina les hizo despertar.

Más Allá del Debate: Hacia una Nueva Praxis

Si el congreso hizo historia no fue sólo por lo que denunció, sino por lo que propuso. Lejos de quedarse en la crítica, los participantes esbozaron lo que podría llamarse un «plan de descolonización judía»: desde campañas para que las comunidades judías retiren sus inversiones de empresas israelíes, hasta la creación de una red global de educación antisionista que contrarreste la propaganda en escuelas y universidades.

El mensaje final no pudo ser más claro: así como los judíos antinazis lucharon contra el fascismo en los años 30, los judíos antisionistas del siglo XXI tienen el deber moral de liderar la lucha contra lo que definieron como «la última ideología colonial activa en Occidente». Cuando el último día los asistentes salieron a las calles de Viena con pancartas que decían «Never Again for Anyone» (Nunca más para nadie), no estaban sólo protestando: estaban reescribiendo, a gritos, lo que significa ser judío en el siglo XXI.

En un mundo donde la disidencia judía al sionismo sigue siendo silenciada o caricaturizada, este congreso ha plantado una bandera imposible de ignorar: la de quienes se niegan a que Auschwitz sea usado como coartada para Gaza. Como escribiera el poeta palestino Mahmud Darwish: «Sobre esta tierra hay algo que merece vivir». El congreso demostró que, para muchos judíos, ese algo incluye la ética por encima de la tribu, la justicia por encima del nacionalismo, Palestina por encima del silencio.

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En un momento en que el mundo asiste horrorizado al exterminio sistemático del pueblo palestino en Gaza y Cisjordania, más de 300 activistas, académicos y líderes judíos antisionistas se reunieron en Viena entre el 13 y el 15 de junio de 2025 para celebrar el Primer Congreso Judío Antisionista. Este encuentro, cargado de simbolismo histórico, no solo buscó denunciar el sionismo como una ideología colonial y racista, sino también reivindicar una tradición judía olvidada: la de la solidaridad internacionalista y la resistencia a todas las formas de opresión.

La elección de Viena como sede no fue casual. Fue en esta misma ciudad donde, a finales del siglo XIX, Theodor Herzl sentó las bases del movimiento sionista, que décadas después culminaría con la creación del Estado de Israel sobre tierras palestinas. Ahora, más de un siglo después, la capital austriaca se convirtió en el escenario de un contrapoder judío que grita al mundo: «El sionismo no nos representa».

Contexto: ¿Por qué un Congreso Judío Antisionista en 2025?

1. La Urgencia de Denunciar el Genocidio en Palestina

El congreso se celebró en medio de una de las mayores masacres del siglo XXI: la ofensiva israelí sobre Gaza, que desde octubre de 2023 ha dejado decenas de miles de muertos, la mayoría civiles, incluyendo miles de niños. Los participantes denunciaron que Israel, bajo la excusa de la «autodefensa», está llevando a cabo una limpieza étnica con el respaldo político y militar de Occidente.

«No podemos permanecer en silencio mientras se comete un genocidio en nuestro nombre«, declaró la historiadora judía alemana Anna Schapiro, una de las organizadoras. «El sionismo ha secuestrado nuestra identidad para justificar crímenes de guerra. Hoy decimos basta«.

2. Recuperando la Memoria Judía Antisionista

Contrario a la narrativa dominante, el sionismo nunca fue un consenso dentro de las comunidades judías. Desde sus orígenes, fue rechazado por amplios sectores:

  • Los judíos ortodoxos antisionistas (como Neturei Karta), que consideran que un Estado judío solo puede ser establecido con la llegada del Mesías.
  • El Bund judío, movimiento socialista que defendía la lucha de clases y la autonomía cultural en la diáspora, sin necesidad de un proyecto colonial en Palestina.
  • Intelectuales como Albert Einstein y Hannah Arendt, quienes advirtieron tempranamente sobre los peligros del nacionalismo judío.

El congreso rescató esta memoria, recordando que el judaísmo, durante siglos, fue una identidad cultural y religiosa, no un proyecto político expansionista.

Las Principales Denuncias del Congreso

1. El Sionismo como Ideología Racista y Colonial

Los ponentes desmontaron el mito de que Israel es un «Estado democrático». Citando informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch, demostraron que el régimen israelí practica un apartheidsistemático contra los palestinos, con leyes que discriminan por etnia y religión.

«El sionismo es una forma de supremacismo racial«, afirmó el académico argelino-francés Selim Nadi. «No es diferente del colonialismo francés en Argelia o del apartheid sudafricano«.

2. La Manipulación del Holocausto

Uno de los debates más intensos fue sobre el uso instrumental de la Shoah para justificar la ocupación. «El sionismo comercializa el sufrimiento judío para silenciar cualquier crítica«, denunció la escritora judía estadounidense Sarah Levin. «Pero nosotros, descendientes de sobrevivientes, decimos: ¡Nunca más significa nunca más para nadie!«.

El congreso rindió homenaje a los resistentes judíos antinazis (como los del Levantamiento del Gueto de Varsovia), subrayando que su legado era la lucha contra toda opresión, no la creación de un Estado opresor.

3. La Represión Global del Antisionismo

Los participantes alertaron sobre la creciente criminalización de la solidaridad con Palestina en Europa y EE.UU., donde el lobby sionista impulsa leyes que equiparan la crítica a Israel con «antisemitismo». «Nos están quitando hasta el derecho a decir ‘no en nuestro nombre’«, lamentó el rabino británico Yaakov Shapiro.

Figuras Clave y Testimonios Impactantes

El congreso reunió a voces judías y no judías de todo el mundo:

  • Evelyn Hecht-Galinski (hija de un líder judío alemán): «Mi padre luchó contra los nazis, y hoy lucharía contra el sionismo«.
  • Norman Finkelstein (hijo de sobrevivientes del Holocausto): «Israel no es un Estado judío, es un Estado de criminales de guerra«.
  • Brigitte Oftner (sobreviviente de Mauthausen): «Los mismos que financiaron a los nazis ahora financian a Israel«.

También hubo mensajes de presos políticos palestinos, como Ahed Tamimi, quien envió un video desde una cárcel israelí agradeciendo la solidaridad judía antisionista.

El Simbolismo de Viena: De Herzl a la Resistencia

El congreso coincidió con tres fechas clave:

  1. 128 años del Primer Congreso Sionista (Basilea, 1897).
  2. 80 años de la liberación de Mauthausen, donde los prisioneros juraron luchar «contra el fascismo y por la libertad de los pueblos«.
  3. 50 años de la Resolución 3379 de la ONU, que en 1975 declaró al sionismo como una forma de racismo (luego anulada bajo presión de EE.UU.).

Los organizadores destacaron la paradoja: mientras Herzl soñaba con un Estado judío, muchos rabinos europeos lo rechazaron. El gran rabino de Viena, Moritz Güdemann, le advirtió: «El judaísmo es una religión, no una nacionalidad«.

Conclusiones: Un Nuevo Capítulo en la Lucha

El congreso cerró con tres compromisos:

  1. Intensificar el apoyo al BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel).
  2. Exigir a los gobiernos occidentales que corten toda ayuda militar a Israel.
  3. Difundir la verdad sobre Palestina en las comunidades judías, rompiendo el monopolio sionista.

«Este no es el final, sino el principio«, declaró el filósofo judío-alemán Moshe Zuckermann. «El sionismo será derrotado, como lo fue el apartheid sudafricano«.


Para profundizar:

Este congreso demostró que, frente al horror, hay judíos que eligen el lado correcto de la historia. Su mensaje es claro: La liberación de Palestina será la liberación del pueblo judío del sionismo.

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El mundo observa con horror el genocidio que se desarrolla contra el pueblo palestino cometido por el sionismo en asociación con Occidente. Es nuestra obligación como judíos tomar medidas, ya que esto se hace en nuestro nombre. ¡Debemos unirnos a nuestros hermanos y hermanas palestinos en su hora más oscura, y trabajar para descolonizar Palestina!

Los judíos y las personas de ascendencia judía en todas partes, aquellos por los que el estado sionista dice hablar, se están uniendo y uniendo para declarar la oposición inquebrantable al sionismo.

Desde el Primer Congreso Sionista hace más de un siglo, los líderes sionistas han afirmado hablar en nombre de todo el mundo del judaísmo, manteniendo así a los judíos y al judaísmo como rehenes del sionismo, mientras intentan permanentemente silenciar nuestra oposición y pisotear la integridad espiritual de la religión judía. La tradición, la historia y la cultura judías se oponen totalmente al genocidio.

Una impresionante historia de resistencia judía al sionismo es tan larga como el sionismo: incluía comunidades religiosas judías, así como movimientos seculares de ascendencia judía, y la vehemente oposición judía a la creación del estado sionista desde dentro de la propia Palestina.

El sionismo es un crimen contra el judaísmo y el pueblo indígena de Palestina, y estamos comprometidos a ponerle fin. A lo largo de los años, se ha demostrado que el sionismo, en lugar de proteger a los judíos, se convirtió en un gran peligro al cometer actos atroces en nombre de los judíos y el judaísmo. El sionismo reivindica la supremacía de los judíos y, por lo tanto, adopta plenamente la suposición racista inherente al antisemitismo que insiste en la «oterestidad» de los judíos.

La entidad colonial sionista-colonista niega incluso los derechos más básicos a los palestinos. El sionismo es responsable del colonialismo, el apartheid, la limpieza étnica y el genocidio en Cisjordania y en Gaza durante más de ocho décadas. Catorce millones de palestinos en todo el mundo son sus víctimas directas. A las atrocidades que comete, decimos firmemente «¡No en nuestro nombre!» ¡Estamos dedicados a acabar con el sionismo y estamos dedicados a la descolonización de Palestina con nuestros socios palestinos!

Sobre todo, el sionismo es un crimen contra la humanidad. Dedicado al juramento de los sobrevivientes del campo de concentración de Mauthausen, transmitido a nosotros como testimonio de resistencia contra el fascismo nazi, seguimos su legado universal y reiteramos su mensaje:

«La permanencia en el campamento, que duró años, ha reforzado en nuestras mentes el conocimiento del valor de la hermandad entre las personas de todas las naciones. Fieles a estos ideales, hacemos un juramento solemne de continuar luchando, firme y unidos, contra el imperialismo y contra la instigación del odio entre los pueblos».

¡Juntos uniremos fuerzas en el primer Congreso Antisionista Judío y unidos nos uniremos a los palestinos para liberar a Palestina y construir una sociedad justa e igualitaria!

¡El judaísmo no es sionismo!

https://www.juedisch-antizionistisch.at/en/congress

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