De acuerdo con un comunicado de la CSA, al que tuvo acceso Prensa Latina, la delegación está compuesta por centrales y federaciones sindicales de más de 15 países.
El foro de dos días tiene el objetivo de visibilizar, documentar y denunciar la violación de derechos humanos, laborales y sindicales que afecta gravemente a los trabajadores y movimientos sociales panameños.
Los sindicalistas además sostendrán encuentros con organizaciones homólogas, colectivos sociales, pueblos originarios, estudiantes, feministas, periodistas, académicos y defensores de derechos humanos, para escuchar directamente los testimonios sobre la represión a las protestas, la criminalización de líderes populares y las restricciones a la libertad sindical y de expresión.
El punto culminante del encuentro será mañana, precisaron, cuando tenga lugar el Acto de Solidaridad del Sindicalismo de las Américas con el Sindicalismo Panameño, con sede en el hotel Torres de Alba, en esta capital.
Para la CSA, «la solidaridad sindical internacional es una acción concreta y urgente frente a la injusticia. Donde se vulneran los derechos, el sindicalismo de las Américas se hace presente», subraya la declaración.
La víspera, diversas organizaciones rechazaron la solicitud del Gobierno panameño de disolver el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) por liderar protestas sociales.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, presentó la demanda ante juzgados laborales y acusó a ese colectivo de extorsión, abuso de poder y uso indebido de sus recursos, lo cual lo aparta de los objetivos para lo cual fue creado hace más de 50 años.
En un comunicado, el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), indicó que la ofensiva contra el Suntracs ocurre en un momento clave: en vísperas de la renovación de su junta directiva y del inicio de negociaciones con la Cámara Panameña de la Construcción (Capac) para una nueva convención colectiva.
En ese sentido, Nelva Reyes, dirigente de Conato, afirmó que la medida es un claro atentado contra la libertad sindical y los derechos fundamentales de los trabajadores.
Por su parte, el Sindicato de Periodistas de Panamá estimó que disolver Suntracs sentaría un gravísimo precedente en la historia democrática del país, atentando de forma directa contra uno de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política: el derecho a la libre sindicalización.
“Hoy es Suntracs, pero mañana podrían ser los gremios magisteriales, sindicatos de trabajadores, asociaciones profesionales, colectivos de servidores públicos o incluso agrupaciones empresariales que se atrevan a disentir o cuestionar políticas gubernamentales”, subraya el mensaje de los comunicadores.
En declaraciones a esta agencia de noticias, José Víquez de la dirección de Suntracs, indicó que el sindicato es el de mayor trayectoria en el país y que ha logrado en sus más de 50 años de existencia establecer y negociar 12 convenciones colectivas que incluyen beneficios superiores a los establecidos por el Código de Trabajo, como pólizas de vida para familiares.
Alistamos una nueva negociación y elecciones internas en agosto próximo, un proceso que no se detendrá pese a las presiones y medidas arbitrarias del Gobierno de José Raúl Mulino por desarticular a la agrupación. “La batalla no ha terminado”, sentenció.