¿Murcia antifascista y antirracista?

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Durante la tarde del lunes 21 de julio, miles de personas se manifestaron en Murcia en contra de las brutales cacerías racistas ocurridas en Torre Pacheco perpetradas por grupos fascistas. La convocatoria, a la que acudimos los militantes del PCOE, destacó por ser de las más multitudinarias de los últimos años, demostrando que el proletariado de la región está frontalmente en contra de la violencia fascista. Sin embargo, es necesario hacer balance de un episodio que demuestra también los grandes problemas que existen en el movimiento obrero.

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La hipocresía de la socialdemocracia

Por un lado, es evidente que la movilización masiva se debió al poder de convocatoria de los partidos que integran el ala izquierda del capital español: Podemos, IU/PCE/SUMAR y el PSOE, así como de sindicatos amarillos y antiobreros como CCOO y UGT. El momento de mayor bochorno se vivió cuando dirigentes de estas organizaciones como Antonio Maíllo, Enrique Santiago o Irene Montero aprovecharon la ocasión para darse un baño de masas y sacarse fotos con los asistentes, demostrando que no les importan las vidas humanas y que el acto fue aprovechado para promocionar su maltrecha imagen política.

Si algo ha quedado claro a lo largo de estos años de gobierno “progresista” es que sus políticas migratorias no se diferenciarían un ápice de las que aplicaría un gobierno abiertamente fascista. Durante este tiempo, no se han cuestionado las vallas de Ceuta y Melilla, empleando para ello cuchillas, alambres de púas, devoluciones en caliente, sensores electrónicos de ruido y movimiento, videocámaras de vigilancia, equipos de visión nocturna y armas de fuego contra los trabajadores africanos que buscaban migrar a Europa. El Estado español no solo pone en grave riesgo miles de vidas y ha convertido el Mediterráneo en una auténtica fosa común, sino que incluso les niega los derechos fundamentales más básicos a quienes consiguen llegar al país, hacinando a las personas migrantes en campos de concentración, cárceles de mala muerte o utilizándolas como mano de obra barata que sufre las condiciones más crueles del trabajo asalariado. No obstante, los sucesos de Torre Pacheco serán aprovechados por estos oportunistas, que volverán a pedir el voto útil frente a PP/VOX.

La manifestación de ayer fue poco más que un acto simbólico

La manifestación tuvo un eminente carácter pacífico. Fue poco más que una procesión escoltada por un operativo policial que destacó por ser ridículamente masivo, con decenas de furgonetas de la Policía Nacional que rodearon las calles y con sus fuerzas de represión bien pertrechadas con material antidisturbios para ser usado a la más mínima excusa.

La permisividad con los fascistas y sus voceros contrasta con la dureza con la que el Estado trata a quienes luchan por los derechos del pueblo trabajador y evidencia la connivencia del aparato represivo del Estado y los grupos fascistas, que buscan actuar como auténticas fuerzas parapoliciales al servicio de los intereses del capital.

Es necesario entender que el fascismo no es un problema aislado o unos sucesos de violencia ocasionales, sino la expresión coherente de un sistema explotador que utiliza el racismo como un instrumento para dividir y disciplinar a la clase trabajadora. El fascismo es conscientemente alimentado por la burguesía y sus lacayos políticos —desde SUMAR hasta VOX— con el objetivo de conseguir rédito electoral gracias al terror que propagan entre la clase trabajadora.

El Estado burgués no es un órgano neutral sino un instrumento de dominación de clase. Así, los problemas estructurales que atraviesan este sistema no pueden ser solventados gracias a la burguesía, pues el aparato estatal y su política migratoria están diseñados para preservar las relaciones de producción capitalistas que condenan al proletariado a la explotación, la represión y la alienación.

La alternativa solo puede ser revolucionaria

Durante estas últimas semanas ha quedado claro que la reacción está desbocada y que los fascistas se sienten completamente impunes. Fruto de años de pasividad socialdemócrata, que ha servido para debilitar al movimiento obrero, las fuerzas del capital tienen vía libre para desplegar la lucha ideológica y normalizar el fascismo. La burguesía patrocina y financia abiertamente el fascismo para dividir a la clase obrera en momentos donde, a nivel internacional, el sistema capitalista se hunde económicamente.

No se puede combatir al fascismo de la mano de quienes lo permiten, lo blanquean o lo utilizan como espantajo electoral. Solo la organización independiente del proletariado, al margen de la socialdemocracia y el oportunismo, puede abrir un camino real hacia la emancipación del proletariado internacional. Es tarea del movimiento comunista denunciar sin descanso el oportunismo, construir poder obrero y organizar la respuesta revolucionaria frente a los ataques del capital.

Las cacerías fascistas de Torre Pacheco no son el resultado del odio irracional, sino un ejemplo de la estrategia que utiliza la burguesía para dividir a la clase trabajadora, fomentar el chovinismo y desviar el malestar social hacia los sectores más vulnerables. Frente a la ofensiva del capital, la ofensiva debe ser revolucionaria y socialista, con el Partido Leninista como la herramienta genuina de la clase obrera consciente.

Murcia, 23 de julio de 2025

COMITÉ REGIONAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE) EN LA REGIÓN DE MURCIA

Fuente: pcoe.net
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