La velada, por iniciativa de la embajada de nación caribeña en el istmo, tuvo por sede al Archivo Nacional, en esta capital, y permitió a los asistentes un recorrido por una muestra documental y cultural con materiales inéditos de entre 1822 Y 2006 que respaldan los nexos existentes entre ambas naciones, según explicó la directora de la institución pública, Jeaninne Williams.
Al respecto, la directora de Registro Público de Panamá, Nairobia Escrucería, subrayó la importancia de poder contar con testimonios escritos y gráficos, gracias a la representación diplomática, que respaldan los nexos de hermandad entre ambas naciones.
Alabó la valentía y espíritu de lucha de aquellos jóvenes que protagonizaron la gesta del 26 de julio, encabezados por el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.
En las palabras centrales, el embajador de Cuba en Panamá, Víctor Cairo, señaló que conservar el patrimonio documental es una tarea de alto valor para las naciones, en particular las nuestras, que necesitan cuidar y promover el estudio de la historia por las nuevas generaciones.
Sobre los acontecimientos de 1953, recordó que despertaron a todo un pueblo que sufría en su inmensa mayoría la miseria impuesta por un modelo económico excluyente, oligárquico, servil a los intereses de grandes compañías y monopolios de Estados Unidos.
Desde aquel entonces, remarcó, el pueblo cubano encontró en aquellos jóvenes la ejemplaridad, la verdad de que sí se puede vencer los más grandes obstáculos que puedan existir y enfrentarse, si se hace con dignidad, sacrificio y valentía.
Cairo explicó que, en la actualidad, el país antillano vive momentos económicos complejos y la Revolución enfrenta una guerra económica cruel y un bloqueo genocida impuesta por Washington que intenta rendir por hambre y necesidades al pueblo luchador.
En ese complejo escenario, según explicó, la Revolución triunfante en 1959 hará los cambios necesarios y seguirá construyendo su propio modelo económico que profundiza en la emancipación de la mujer y el hombre, sin dejar a nadie atrás.
“Mantendremos en alto el espíritu de hacer lo imposible, de no temblar jamás ante el sacrificio, de no rendir jamás la causa ni nuestra libertad”, subrayó.
El homenaje, al que asistieron miembros de partidos políticos y grupos solidarios, cubanos residentes en el país canalero, los embajadores de China, Xu Xueyuan; de Nicaragua, Jesica Padilla; de Colombia, Fabio Mariño; el encargado de negocios de México, Santiago Mateos; y el padre Antonio, de la Iglesia Ortodoxa rusa, estuvo matizado por interpretaciones del destacado músico panameño Adalberto Bazán.
Además, los asistentes deleitaron platos, bebidas típicas y disfrutaron de bailes tradicionales de la nación antillana.