Elson Concepción Pérez (Granma).— En un forcejeo más mediático que real, por más de cuatro meses, entre el presidente de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), se impuso la arrogancia fundamentalista de Donald Trump a la ceguera estratégica de Europa.
Nada menos que en un campo de golf, en Escocia, la Gran Bretaña fue el escenario escogido por el gobernante para rubricar lo que luego calificó como el «acuerdo más grande y beneficioso» que se ha obtenido entre EE. UU. y la UE.
La Asociación de Comercio Exterior de Alemania alertó que este «negocio» constituía una «amenaza existencial» para muchos de los miembros de la UE, y lo describió como un «compromiso doloroso», reportó RT.
Lo acordado ha demostrado la incapacidad de Europa para resistir la presión del Presidente estadounidense y podría perjudicar gravemente la industria de Francia y de Alemania.
La agencia Reuters, por su parte, se pregunta si «Europa podrá absorber el impacto del acuerdo comercial cerrado este domingo con Estado Unidos». La «ducha fría» de la rúbrica resulta aún más impactante para el bloque, dado que la UE se ha presentado históricamente como una superpotencia exportadora y defensora del comercio basado en normas.
El analista Michael Sauga, en un artículo para Der Spiegel, la mayor revista semanal de Europa y la más importante de Alemania, lamentó «lo poco que la UE puede oponerse al hombre de los aranceles», Trump, debido a su dependencia militar y debilidad económica. «Los europeos no tendrán más remedio que aceptar con resignación el triste resultado de las negociaciones comerciales transatlánticas». «Lo más urgente es que empiecen por fin a hacer sus tareas: en lugar de lamentar la era de la hiperglobalización –que no volverá–, deben desarrollar su mercado interno», recomendó el medio.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, aseguró que el acuerdo entre Washington y Bruselas es «completamente humillante para los europeos» y «solo beneficia a Estados Unidos». El mandatario estadounidense «ha destruido la economía europea», enfatizó.
En tanto, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, alertó que tal acuerdo causará graves daños a la industria del Viejo Continente, trayendo consigo un aumento de los precios de la energía y la salida de inversiones.
El pacto establece que el bloque hará inversiones de 600 000 millones de dólares en el país norteamericano, y de más de 750 000 millones de dólares en energía, y comprará una enorme cantidad de equipamiento militar estadounidense, según explicó Trump en la rueda de prensa.
Los más amenazados por la política arancelaria son, por sectores, el automovilístico y el farmacéutico, los pilares del comercio exterior europeo con Washington, así como la agricultura, puesto que el imperio yanqui es el segundo mayor destino de sus exportaciones agroalimentarias.
