Es guerrerista, imperialista, látigo contra la clase obrera y, por supuesto, agente del gran capital, con lo que ello conlleva. Sin embargo, de vez en cuando se pone la careta de humanista y solidario para intentar engañar a los incautos. Nos estamos refiriendo al primer ministro británico, Keir Starmer.
Este siniestro individuo tenía previsto convocar hoy una reunión de emergencia del gabinete para abordar la situación en Gaza y una propuesta iniciativa de paz, en medio de crecientes llamados dentro de su partido para reconocer un Estado palestino.
Starmer ha tomado la inusual medida de llamar a su gabinete durante el receso de verano para centrarse en aumentar las entregas de ayuda humanitaria a Gaza.
Durante una reunión con el presidente imperialista yanqui, Donald Trump, en Escocia el pasado lunes, Starmer destacó la urgente necesidad de un alto el fuego y condenó la “repugnante” crisis humanitaria en el enclave.
Según se ha informado, el Reino Unido está desarrollando el plan de paz en coordinación con Francia y Alemania tras una reciente llamada de alto nivel.
Sí, Starmer dice que le repugna la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. ¿Seguro? Lo de desarrollar un plan en coordinación con otros dos Estados guerreristas (terroristas, vamos a dejarnos de eufemismos), como son Francia y Alemania, debería provocarnos sonoras carcajadas, si no estuviéramos ante un escenario sumamente preocupante.