El grupo que se opone a la expansión sionista del gobierno ultraderechista de Benjamín Netanyahu señala que “como pretendida respuesta a la irrupción de Hamas en el kibutz Nahal Oz y en la base militar vecina con el conocido saldo de muerte y toma de rehenes- ha convertido a Gaza en un escenario de muerte trágico”.
El enclave se desenvuelve hoy en medio de cuerpos muertos o mutilados por los bombardeos, de casas y de edificios derrumbados, bajo cuyos escombros yacen vidas todavía posibles, o moribundas, o cadáveres en descomposición que inflaman el aire que se respira, describe el Llamamiento Argentino Judío.
Hay escuelas y universidades –agrega- que añoran a sus niños muertos o desplazados, de hospitales colapsados sin remedios ni jeringas, de médicos y periodistas asesinados, de soldados francotiradores que no solo apuntan, sino que también disparan a los gazatíes flacos y hambrientos que estiran su olla vacía en un puesto de ayuda humanitaria para recibir alimento.
Con ese trasfondo de una atmósfera de desesperación y sed, inanición y exterminio, la misma Knéset (Parlamento) ha aprobado por 58 votos la propuesta de anexión de Judea y Samaria -como se llama a la Cisjordania en términos de romántica historia mítica- con 13 votos en contra, sobre el total de 120 bancas, y 49 abstenciones.
La agrupación sugiere releer la carta abierta que, a principios del mes de junio, académicos israelíes dirigieron a la Asociación de Directores Universitarios en Israel, a la Academia de Ciencias y Humanidades, a la Junta de Colegios Públicos Académicos y al grupo Academics for Israeli Democracy.
En ella denuncian la transformación de Gaza “en un área no apta para la habitación humana, (…) una horrible letanía -advierten- de crímenes de guerra y de lesa humanidad, todos perpetrados por nosotros mismos”. «Como académicos -agregan- reconocemos nuestro propio papel en estos delitos.»
«Son las sociedades humanas, no solo los gobiernos, las que cometen crímenes contra la humanidad; algunos lo hacen por medio de la violencia directa (…) otros callando y silenciando voces en los pasillos del aprendizaje”, concluyen los académicos israelíes su misiva.
La agrupación judía argentina repudia que algunos “con diversos grados de apreciaciones, se hamacan en el expansionismo mítico, quizá sin descubrir en él la punta de un iceberg que significa la desaparición intencional de un pueblo.”
Alerta que “la urdimbre de lo judío se ha desdoblado, tanto en el país de Israel como en las comunidades que conformamos, dispersas en Occidente”.
Denuncia “el matoneo en Siria, el Líbano, o Irak con el propósito de reconfigurar el mapa del Oriente Medio, en complicidad con Estados Unidos, y el asesinato pulcro y preciso de científicos y militantes iraníes, con la voluntad expresa, no solo de detener su camino en el enriquecimiento de uranio sino de disolver su organización política”.
El grupo explica que hay otra vertiente del judaísmo en la que se siente integrado, que “se recuesta en la tradición humanista de la modernidad judía, en la visión panteísta de Baruch Spinoza que engloba dios hombre y Naturaleza en la conciencia de que la vida no es un ensayo ni un paso hacia el paraíso, sino un único aquí y ahora”.