
La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner emitió una crítica directa al rumbo económico del Gobierno de Javier Milei, al cuestionar la afirmación presidencial de que “todo marcha de acuerdo al plan”.
En un mensaje publicado este viernes el 1 de agosto de 2025, Cristina Fernández señaló que, pese a tasas de interés superiores al 65%, el gobierno no logró renovar la totalidad de los vencimientos de deuda en pesos ni frenar la escalada del dólar.
Para la expresidenta, el fracaso de Milei es parte de una estrategia más amplia de poderes extranjeros, para poder hacerse de los recursos naturales argentinos, así como subordinar toda la estructura industrial del país.
Las razones del fracaso de Milei
En Argentina, el Banco Central subió la tasa de interés a más del 65% anual, una de las más altas del mundo, para intentar convencer a personas y empresas de que compren bonos del Estado en lugar de comprar dólares. Sin embargo, esta medida no logra el resultado esperado, lo que para Cristina Fernández es señal del fracaso del modelo aplicado por el líder libertario.
La tasa de interés es el porcentaje que un banco o el Estado paga a quienes le prestan dinero. Cuando el gobierno sube esta tasa, intenta atraer inversores ofreciéndoles mayores ganancias por prestarle dinero; sin embargo las inversiones no llegan.

Según la expresidenta argentina, ante las dudas que despiertan las medidas de Milei, los inversores prefirieron comprar dólares, lo que provocó una subida en el valor de la divisa estadounidense superior al 4% en la última semana.
De hecho, el dólar oficial cerró en 1.385 pesos el 31 de julio, lejos del objetivo de 900 a 911 pesos que Milei había anunciado en abril, tras recibir 12.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI). A pesar de no haber cumplido con el requisito de acumulación de reservas exigido por el organismo, Argentina recibió un nuevo desembolso de 2.000 millones de dólares.
Para contener la presión sobre el dólar, el Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, decidió aumentar los encajes bancarios al 40%. Kirchner calificó esta medida como un mecanismo que encarece el crédito y profundiza la contracción económica. “Elegís encarecer el crédito sin que te importe reventar la actividad económica aún más de lo que está”, escribió.
El objetivo es reducir la cantidad de pesos en circulación, lo que podría frenar la inflación. Pero también tiene un efecto negativo: encarece los préstamos y reduce la inversión, lo que puede ralentizar aún más la economía.
Pérdidas multimillonarias
Según estimaciones de mercado, el Banco Central perdió 456 mil millones de pesos en operaciones de dólar futuro. Este es un contrato en el que se acuerda comprar o vender dólares a un precio fijo en una fecha futura. El Banco Central usó estos contratos para intentar mantener el dólar bajo control, pero cuando no pudo cumplir con los precios pactados, tuvo que pagar la diferencia, lo que generó pérdidas millonarias.
Estas pérdidas provienen de los ahorros en dólares que tiene un país, guardados en su banco central y sirven para estabilizar la economía, pagar deudas externas o intervenir en el mercado cambiario. En Argentina, las reservas, acrecentadas artificialmente por el préstamo del FMI, han disminuido en los últimos meses, lo que limita la capacidad del gobierno para controlar el valor del peso, y le suma el peso del préstamo, tanto en pago de intereses como en la cesión de soberanía. De hecho, en el futuro cercano la economía estára subordinada a las definiciones del Fondo.

En tanto, estas pérdidas representan ganancias para operadores que apostaron contra el peso, lo que ha generado especulaciones sobre acceso a información privilegiada. Kirchner atribuyó el deterioro económico a políticas anteriores, en particular al gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), que, según afirmó, generó un “feroz endeudamiento” y facilitó la fuga de capitales.
Cristina Fernandez señaló que el problema estructural del país sigue siendo la escasez de dólares, agravada por un sistema económico bimonetario. Criticó además que el gobierno responsabilice al kirchnerismo y a la vicepresidenta Victoria Villarruel —a quien llamó “amiga de Videla”— por la crisis cambiaria. “¿Y a vos y al Toto Caputo lo único que se les ocurre es ir a un streaming a echarle la culpa a la amiga de Videla y a los ‘kukas’? ¡Ves que sos un Presidente muy cobarde!”, escribió.
Las Fuerzas del Norte
En tanto, sostuvo que quienes sí tienen un plan económico son “el poder económico, con su correlato mediático, y las Fuerzas del Norte”, en referencia a intereses financieros de Estados Unidos. En esa línea, sostuvo que su procesamiento judicial y proscripción política responden a un esquema para mantener a líderes alineados con dichos intereses.
A criterio de Fernández, la figura de Milei es instrumentalizada por estos intereses foraneos: “Para sostenerte, usarte como títere vende Patria y continuar saqueando nuestro país a través de las finanzas y los recursos naturales, necesitaron meterme presa y proscribirme”.
Además, advirtió a Milei sobre su viabilidad política a largo plazo: “Cuando no les sirvas más te van a tirar al basurero de la historia”. Hizo referencia a sus declaraciones sobre una posible reelección en 2027, ironizando con que ciertos “adminículos se usan una sola vez y luego se tiran”.
La crisis cambiaria ha tenido efectos directos en la economía real. Tras la devaluación, varias terminales automotrices enviaron listas de precios a concesionarias con aumentos del 9%. Kirchner denunció que, mientras el poder adquisitivo de la población se contrae, los dólares generados por exportaciones o desembolsos del FMI se destinan al pago de deuda externa, a la dolarización informal (“el colchón”), a transferencias al exterior o a sectores cercanos al poder.
El Banco Central registró además una caída de 1.900 millones de dólares en sus reservas internacionales, aunque se espera un ajuste contable en los próximos días. El FMI, tras la revisión de las metas económicas, exigió una aceleración de la devaluación y un ajuste en la tasa de interés, lo que limita la autonomía del equipo económico argentino.
Kirchner concluyó su mensaje subrayando que las políticas actuales no resuelven los problemas estructurales del país, sino que profundizan la dependencia financiera externa y acentúan la desigualdad social.