La farsa del Estatuto de Neutralidad de Canarias

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El pasado 31 de julio llegaba a Gran Canaria el buque carguero Maina Bulk, que abastece de armas a Israel. El presidente de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, declaraba estar en contra de que dicho buque fuera atendido por estar, supuestamente, en contra de la barbarie sionista. El oportunismo siempre intenta sacar beneficio político de los problemas causados por el capital, pero sin cuestionar mínimamente el sistema, y no van a desaprovechar la posibilidad de lavar su imagen usando un genocidio.

Este trilero se apunta al discurso humanitario que expresa su deseo de que se ponga fin al genocidio, pero solo de palabra. Como político parlamentario debe lealtad a las instituciones burguesas, a un Estado que ha apoyado al sionismo que lleva persiguiendo y masacrando a los palestinos décadas. Legitima la autoridad del rey, al que trasladó que apoyaría al socialfascista Pedro Sánchez, al cual reconoció como compatible con los presupuestos del gobierno del fascista y corrupto Rajoy. De hecho, Felipe VI, personaje que tiene obscenos privilegios, impunidad y autoridad por llevar un apellido, acumulando una cantidad enorme de riqueza por el mero hecho de existir, ha mantenido buenas relaciones con el Estado genocida e incluso ha pronunciado hipócritamente discursos sobre el Holocausto, siendo invitado por el Gobierno sionista a Jerusalén, y diciendo cosas como: “No hay lugar para la indiferencia ante el racismo, la xenofobia, el odio y el antisemitismo”. ¿No lo está diciendo frente a unos fascistas a los que no señala? Si Pedro Quevedo rechazara de verdad la barbarie, ¿no se pronunciaría en contra del monarca? ¿Y por qué apoyó al reaccionario gobierno presidido por el partido de la OTAN, cómplice de Israel y que administra el Estado para los monopolios?

La misma repugnante hipocresía muestra Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria y que también es miembro del partido nacionalista llamado Nueva Canarias. Escribió recientemente un artículo en prensa burguesa, como no puede ser de otra manera, denunciando el genocidio que comete el ente sionista. Sin embargo, también le debe lealtad a la infame monarquía, apoyó al Estado nazi de Ucrania, al que llamó “libre e independiente” (al igual que Pedro Quevedo), y legitima, evidentemente, a parásitos de la sociedad junto a bancos como el Santander, que financia a los fabricantes de armas que usa Israel, participando con dicha entidad en los Premios Pyme en julio del presente año, poco antes de ese artículo en el que no menciona a dicho banco como cómplice del genocidio.

Llegamos ahora a un bochornoso documento en el que toma forma la intención del oportunismo, que no es más que ofrecer falsas soluciones a la clase obrera sin desafiar en nada al capitalismo ni señalarlo como el problema. Se trata del llamado Estatuto de Neutralidad de Canarias, que han presentado diferentes organizaciones parlamentarias y extraparlamentarias totalmente hipócritas y que forman parte, de hecho, del problema.

Si se analiza su contenido queda claro que es un conjunto de contradicciones y proclamas nacionalistas con las que se intenta, simplemente, tener visibilidad en el archipiélago para convertirse en nuevos pastores que guíen hacia las instituciones con una “esperanza” renovada que caducará mucho más rápido que todos los intentos reformistas anteriores, ya que la experiencia práctica muestra a la clase obrera que las patas del oportunismo son más cortas a medida que crece la bancarrota del capital.

En su Preámbulo, el Estatuto ya intenta idealizar la comunidad autónoma con lo siguiente: “(…) el pueblo canario es un pueblo de trabajo, paz, y respeto por los más altos valores humanos, Un pueblo fuerte y honesto que busca un futuro de bienestar y justicia social desde su propia esencia nacional.”

En primer lugar, debemos partir de una premisa indiscutible: la palabra “pueblo” es interclasista, no distingue la existencia de clases antagónicas y, por tanto, desecha la realidad social que es reflejo de la estructura económica. Se refiere, además, al “pueblo canario” como un pueblo especial que lucha por la justicia y el bienestar, la paz y los “más altos valores humanos”. ¿Significa que los demás pueblos no son ni pretenden ser de esa manera? ¿Es Canarias una flor entre malas hierbas?

Continúa diciendo que hay en las islas un modelo económico impuesto por intereses “externos”. ¿Son intereses “externos” los que llevan a los propietarios canarios de grandes cadenas hoteleras, de supermercados, aerolíneas, empresas de transporte, etc., a explotar a la clase obrera? Y eso por no hablar de las pequeñas y medianas empresas en Canarias. La gran mayoría de la población en el archipiélago solo cuenta con su fuerza de trabajo para venderla a cambio de un salario, mientras que otra parte minoritaria tiene medios de producción en propiedad y se adueña de los frutos del trabajo ajeno. La primera genera la riqueza y la segunda se la apropia. Entonces, no se trata de un pueblo oprimido en su conjunto por intereses que vienen de fuera de él, sino que se rige por la economía de mercado y dicho pueblo se divide entre explotados y explotadores, no entre autóctonos oprimidos y opresores foráneos.

Sigue el texto con lo siguiente: “Por su posición geográfica, históricamente el Archipiélago Canario ha sido objetivo de los intereses de las grandes potencias de cada momento. (…) como base logística del inicio del golpe de Estado fascista en 1936, o los distintos planes de ocupación militar por parte de las potencias que confrontaban en la segunda Guerra Mundial.”. ¿No son todas las regiones del mundo usadas para alcanzar objetivos de dominio y asegurar los intereses burgueses? ¿No es el sur global visto y usado como una fuente de materias primas por las grandes potencias? Por poner un ejemplo, cada país conquistado por la Alemania nazi fue usado para acrecentar su capacidad militar y de abastecimiento, EE.UU usaba el negocio de la guerra para encadenar a Europa económicamente, etc. ¿Por qué nombrar a Canarias como un caso especial? Porque el objetivo es convencer al proletariado que vive en el archipiélago de que el problema es la situación geográfica, y que todo “el pueblo” vive bajo la bota de enemigos externos, persiguiendo una unidad con sectores de la burguesía y seguir subordinando los intereses del proletariado a los de la burguesía, desviando al proletariado de su misión histórica, la revolución proletaria y la conquista del socialismo.

La hipocresía se acentúa a medida que se lee su contenido. Hace referencia a su análisis de los hechos como incuestionables y que, por ello, incluso el Estatuto de Autonomía lo reconoce.

“Los hace en el Preámbulo: “El fortalecimiento de la cohesión de los canarios, facilitando, dentro del marco constitucional, su vocación como eslabón entre Europa, América y África, contribuyendo a la paz y a un orden internacional más justo”. Y, de forma más concreta, en el Artículo 37. Principios rectores, apartado 11: La promoción de Canarias como plataforma de paz y solidaridad, como uno de los principios rectores de los poderes públicos en nuestra tierra.”

Después menciona tensiones geopolíticas actuales donde actúan “bloques internacionales de influencia”, negando la lucha de clases al no indicar que se trata de bloques imperialistas, cuyas acciones se deben al dominio de la clase burguesa en cada Estado, y prosigue el penoso análisis con lo siguiente:

“(…) hacen especialmente vulnerable al Archipiélago canario en cualquier escenario imaginable de confrontación internacional. Con un territorio pequeño y fragmentado las posibilidades de defensa, frente a estas nuevas tecnologías de guerra, son especialmente desfavorables. La neutralidad es la opción que aporta mayor seguridad al Archipiélago Canario, y la mejor contribución a un escenario de paz, en este complejo y tensionado escenario internacional.”

No solo vuelve a reducirlo todo a una caracterización del territorio, sino que dice que la neutralidad es la mejor opción para la seguridad del archipiélago. ¿No era Canarias solidaria y contribuía a un orden internacional más justo y a la promoción de la paz? Entonces, ¿por qué ha de mirar por su seguridad y declararse neutral? Esta declaración separa a “los canarios” del resto, los llama a mirar por su propia seguridad y a ser neutrales, es decir, a no tomar parte en un escenario donde un puñado de criminales lleva al mundo a la barbarie. ¿La solidaridad no debería llevar a Canarias a luchar contra la guerra y aquellos que la provocan? ¿No debería ayudar a los demás pueblos?

Pasamos al articulado, y el primero declara a Canarias como territorio desmilitarizado, pero eso no es posible si sigue habiendo presencia de militares. Lo interesante está en el segundo, pues nos topamos con otra contradicción que es esencial para entender lo absurdo del documento. Declara que: “En el Archipiélago Canario no se ubicarán instalaciones militares ofensivas, tanto del ejército español como de las fuerzas de la OTAN, que sirvan como instrumento de agresión a otros pueblos o territorios”.

No solo es absurdo distinguir entre instalaciones militares ofensivas o defensivas bajo el dominio burgués, sino que rechaza cualquier agresión a otros pueblos o territorios. Reconoce, pues, que no se trata de enemistad entre pueblos o territorios, sino que dentro de éstos hay intereses de una minoría puestos en la guerra y, por tanto, dentro de esos pueblos, como ya se había señalado, hay que hacer distinción de clases. Es la clase burguesa la que necesita la explotación y la guerra para hacerse con el dominio, no la clase obrera, pero la intención de quienes han elaborado el documento, sin embargo, es centrarse en Canarias como “pueblo” sin clases antagónicas que ha de considerarse ajeno al resto y buscar su propia seguridad. ¿No deberían declararse frontalmente en contra de aquellos que nos llevan a la guerra?

Del artículo 3 al 5 rechazan el uso de Canarias por la OTAN o España como base logística, para maniobras militares o instalaciones de armamento nuclear. No obstante, en el artículo 6 dicen: “En el Archipiélago Canario se instalarán solo medios de defensa que no tengan un carácter agresivo, entendiendo que la mejor defensa y seguridad del Archipiélago es este Estatuto de Neutralidad y la no participación de Canarias en ninguna de las acciones militares que España o la OTAN puedan realizar en el exterior.” ¿no rechazaban la militarización? ¿Los “medios de defensa” no responden a la guerra y a los intereses de aquellos que nos meten en ellas?

En el artículo 7 se vuelve aún más bochornoso, y se declara que “Si el Estado Español entra en guerra con cualquier otro país, el Archipiélago Canario seguirá siendo territorio neutral, que no será utilizado de ninguna forma en el desarrollo de esas acciones de guerra de España”. No solo entra en contradicción con el artículo 6, sino que en caso de que el Estado español entre en guerra, se apostará por la neutralidad del territorio canario y se centrará únicamente en el “pueblo canario” sin rechazar el uso de los demás territorios del Estado, con el riesgo que conlleva para la vida de los proletarios que los habitan. Por más que de boca quieran decir otra cosa, lo que aparece en el texto que han elaborado es su propuesta, y nada más.

Por último, en dos anexos se nos revela que se ha hecho a medida para ser tolerado por las instituciones burguesas, pues quiere que lo reconozca el Parlamento Canario, el Gobierno de Canarias, el Estado español, la Unión Europea y la ONU. ¿No se viola cada día el derecho internacional? ¿no está ampliamente demostrado que queda en palabras huecas y papel mojado todo lo que se declara en quienes gestionan la legalidad burguesa? De facto, quienes han elaborado el documento no solo convierten a la clase obrera en sujeto pasivo por querer servir de falsos guías, sino que ponen en manos de los representantes de los capitalistas las acciones que vayan a llevarse a cabo al respecto, dando validez a toda la farsa que se construye sobre la explotación humana.

Otra manera de saber el significado de este documento es averiguar quién lo apoya. La coalición de Nueva Canarias-Bloque canarista lo defendió en el parlamento europeo, pues sirve como propaganda para el nacionalismo que destilan estos partidos, cuyos miembros destacados actúan con repugnante hipocresía, como quedó demostrado al comienzo del presente comunicado. CCOO, infame sindicato corrompido al servicio de la patronal, de los monopolios, que avala la necesidad de “defensa” militar por parte de la burguesía, también apoya el Estatuto porque no pone en entredicho el capital y no incomoda a los empresarios. La formación Sí se puede lo suscribe, aliada de Podemos e IU, partidos de Gobierno que han ido con el PSOE como cómplices y servidores de los monopolios, por lo tanto no parece importarles precisamente la paz, sino la propaganda. Por si fuera poco, un partido que dice ser comunista, y que no pasa de ser un partido pequeñoburgués y nacionalista, como el PCPC/PCPE, respalda esta traición al proletariado en Canarias bajo el nombre de Estatuto de Neutralidad de Canarias, desviándolo de su misión fundamental, la lucha contra el capitalismo, su Estado, para emanciparse mediante la conquista del poder político para imponer el socialismo, y lo subordina a los intereses, y las instituciones, de la burguesía canaria, española y europea, abjurando de la lucha de clases y escupiendo al internacionalismo proletario. Algo, por otro lado, que no es extraño, en tanto ese partido, desde su creación desde las entrañas de la putrefacción del movimiento comunista de la década de los 80s, es un partido nacionalista, ecléctico, interclasista y pequeñoburgués, que abraza el oportunismo, como lo retrata la adhesión de dicho partido a dicho engendro burgués, y antiobrero, del Estatuto de neutralidad canario.

No se puede ser neutral, y los comunistas mucho menos, ante la guerra imperialista. El pacifismo burgués es solo otra manera de desactivar las luchas obreras y promover la conciliación de explotadores y explotados. El Estatuto apenas es conocido y un grupo ha decidido usar un texto en representación de “el pueblo”, pero sabiendo que en realidad es papel mojado que sólo sirve para darse importancia y presumir de “lucha”, siempre sin molestar a las instituciones de un Estado reaccionario e imperialista como el español, y el capital financiero europeo, UE, o lo que es lo mismo, chupándole las botas a los imperialistas.

La clase obrera es una en todo el mundo, es internacional y los comunistas estamos obligados a conducirla al internacionalismo proletario y a elevarla política e ideológicamente para confrontar y derrocar el capitalismo. Somos la clase social que genera toda la riqueza a cambio de migajas en todo el mundo, y lo que frena el desarrollo humano es la existencia de aquella clase social que se apropia de los frutos del trabajo, es decir, la burguesía, la cual tiene en propiedad los medios de producción y cuyos intereses crematísticos convierten el trabajo y las necesidades en lucro, usando irremediablemente la guerra por el control del mercado, la política exterior y las fuentes de materias primas.

Los proletarios somos la aplastante mayoría de la población y necesitamos alcanzar la conciencia de clase, para así poder organizarnos y derrocar a la clase de los capitalistas. Mientras haya capitalismo, habrá guerra. Es miserable pretender que aquellos obreros que viven en Canarias crean que se distinguen de los demás proletarios y que deben velar por sus propios intereses al margen de los intereses generales del proletariado mundial, que son los que deben prevalecer; es un ejercicio de idealismo pequeñoburgués considerar que  oponerse a la guerra es declarar un incongruente rechazo a la militarización mientras el resto del mundo sufre la barbarie ¿acaso Canarias hoy no es un eslabón más en la cadena imperialista y el proletariado en Canarias no padece con toda su crudeza la explotación imperialista y la miseria? Este Estatuto no se ha hecho como un llamamiento a la lucha obrera contra la raíz de los problemas que aquejan a la humanidad, que es el capitalismo, sino como una manera de promover la paz social que necesitan la burguesía y sus lacayos. Todo lo que no conduce al socialismo, debilita al proletariado y favorece a la burguesía y su régimen explotador.

La auténtica solidaridad consiste en que la clase obrera luche por sus intereses de clase sumando sus fuerzas para nuestra emancipación como clase social, y en Canarias la labor de los comunistas debe ser la de ensanchar el partido con la parte más avanzada en términos de conciencia de clase del proletariado y organizar a nuestra clase para acabar con el capitalismo y construir el socialismo allá donde nos encontremos como contribución al desarrollo de la Revolución Proletaria Mundial y no ir de la mano con los verdugos del proletariado conduciéndolo por el camino de los capitalistas. El Partido Comunista Obrero Español hace un llamamiento al proletariado a unir todas las luchas de los diferentes sectores que lo conforman – jubilados, estudiantes, obreros, etcétera – en una única lucha de clase contra el capitalismo y sus instituciones conformando un Frente Único del Pueblo para conquistar el socialismo y hacer que el proletariado tome el poder político para desarrollarlo.

¡CONTRA EL IMPERIALISMO Y LA BURGUESÍA NO SE PUEDE SER NEUTRAL!

¡CON LOS ENEMIGOS DEL PROLETARIADO NO SE PUEDE IR DE LA MANO!

¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO, FORTALECE EL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL!

Las Palmas de Gran Canaria, 6 de agosto de 2025

PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.) EN LAS ISLAS CANARIAS

Fuente: pcoe.net

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