El gobernador de Alaska, Mike Dunleavy, acogió con satisfacción la idea de celebrar negociaciones entre los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump en ese estado, al que calificó como un puente entre Rusia y EE.UU.
«Alaska es la ubicación más estratégica del mundo, situada en el cruce de caminos entre Norteamérica y Asia, con el Ártico al norte y el Pacífico al sur», escribió este sábado en su cuenta de X. «Con apenas dos millas de separación entre Rusia y Alaska, ningún otro lugar desempeña un papel más vital en nuestra defensa nacional, seguridad energética y liderazgo en el Ártico», señaló.
Dunleavy consideró lógico que «discusiones de importancia global tengan lugar» en el estado. «Durante siglos, Alaska ha sido un puente entre naciones, y hoy seguimos siendo una puerta de entrada para la diplomacia, el comercio y la seguridad en una de las regiones más críticas del planeta. El mundo estará observando, y Alaska está lista para acoger este encuentro histórico», añadió.
Significado simbólico
Los primeros detalles del encuentro fueron anunciados por Trump este viernes. El mandatario informó que «la tan esperada reunión» con Putin tendrá lugar el próximo viernes 15 de agosto de 2025 en el estado de Alaska.
La información fue confirmada por el asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, quien explicó que se eligió Alaska como sede de la cumbre porque Rusia y EE.UU. son «vecinos cercanos y comparten frontera».
La elección del lugar de encuentro tiene connotaciones simbólicas, dado que Alaska perteneció a Rusia hasta 1867, cuando el por entonces zar Alejandro II concretó la venta de ese territorio y sus islas adyacentes a Estados Unidos. De tal manera, Putin se convertirá en el primer líder en la historia de Rusia en visitar Alaska, que durante décadas formó parte del territorio ruso.
