El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, afirmó que Rusia ya ganó la guerra en Ucrania y que Occidente deberá reconocerlo.
Reiteró su rechazo a apoyar la adhesión ucraniana a la UE y urgió a Europa a negociar directamente con Moscú para no quedar al margen de las decisiones.
Hasta tal punto se siente impune la oligarquía imperialista, que intenta enriquecerse (aún más) incluso en la derrota. Segurá arrojando cuerpos a la atroz trituradora que convierte la sangre en dinero. ¡Muerte al imperialismo!