
La Franja de Gaza enfrenta una catastrófica realidad mientras los líderes mundiales y los organismos internacionales han demostrado ser inútiles frente a la alianza genocida de Israel y Estados Unidos y su industria de la guerra y el colonialismo.
En el contexto de la aprobación de un plan del gabinete de Seguridad del Gobierno de Benjamín Netanyahu para la ocupación total del territorio del enclave palestino, los ataques indiscriminados y bombardeos en el enclave —que en las últimas semanas se han intensificado en la principal ciudad y centro urbano de la Franja (Ciudad de Gaza)— ya dejan 61.827 palestinos asesinados y al menos 155.275 heridos, según cifras del Ministerio de Salud gazatí.
Mientras, la hambruna provocada por más de cinco meses de criminal bloqueo y control de la distribución de ayuda humanitaria, sumados a las casi dos décadas que Israel lleva controlando qué entre y qué no a la Franja, ya dejan al menos 251 muertos por inanición y desnutrición, entre ellos 108 infantes, según informó también la cartera de Salud de Gaza.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la grave crisis alimentaria, indicando que la desnutrición aguda afecta a más del 10% de la población de Gaza y a más del 20% de las mujeres embarazadas y lactantes.
Por su parte, las autoridades sanitarias locales informan que más de un millón de menores de 18 años sufren malnutrición aguda, mientras la falta de acceso a alimentos amenaza las vidas de 40.000 niños menores de un año y de 250.000 niños menores de cinco años.
De modo que el hambre se ha convertido en otra de las principales estrategias que Israel implementa para exterminar a la población gazatí, combinadas con los ataques directos a los solicitantes de ayuda, en las trampas mortales que el Estado ocupante instaló bajo la máscara de la Gazan Humanitarian Foundation.
Un balance trágico demuestra que los ataques a los solicitantes de ayuda son una política calculada: hasta el momento los hospitales de la Franja registran 1.898 muertos y más de 14.113 heridos en estos falsos centros de ayuda.
La situación en la Franja de Gaza es calificada por la ONU como un “castigo colectivo” contra el pueblo palestino, mientras el Ministerio de Salud afirma que miles de palestinos aún se encuentran bajo los escombros, y la defensa civil no ha podido recuperar sus cuerpos por tratarse de zonas bajo orden de desplazamiento por el Ejército de ocupación.