
Guinea y Malí firmaron el pasado viernes en Conakri, la capital guineana, una serie de acuerdos para reforzar la cooperación en seguridad transfronteriza, con el objetivo de combatir el crimen organizado, el terrorismo y facilitar el comercio entre ambos países.
Los pactos, sellados por los ministros de Seguridad de Guinea, Bachir Diallo, y de Integración Africana de Malí, Moussa Ag Attaher, incluyen la puesta en común de recursos militares y logísticos, así como la implementación de controles conjuntos en sus más de 800 kilómetros de frontera compartida.
El acuerdo también aborda la regulación de la trashumancia, un tema sensible tras incidentes como el ocurrido en abril en Kankan, donde autoridades guineanas devolvieron rebaños malienses por incumplimiento de protocolos.
“La trashumancia no es un obstáculo, sino una ventaja para nuestras economías”, destacó Attaher, refiriéndose a la dependencia de pastores maliense de los pastos guineanos durante la estación seca.
Por su parte, Diallo subrayó que estas medidas “definirán un modelo de cooperación exitoso” para la estabilidad regional.
El acercamiento entre Guinea y Malí se enmarca en un escenario de creciente integración africana, especialmente en el Sahel, donde países como Malí, Burkina Faso y Níger han formado la Alianza de Estados del Sahel (AES).
El bloque, creado en 2023, surgió como respuesta a la inseguridad y la influencia colonial francesa, consolidando una fuerza militar conjunta de 5,000 soldados y proyectos como una moneda única y un pasaporte común.
La AES, que ya ha motivado el interés de Chad y Senegal, rompió con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en enero de 2025, acusando a este organismo de servir a intereses extranjeros.
“La salida de la CEDEAO es un paso hacia la autonomía africana”, declararon líderes de la alianza, que también enfrenta el desafío de grupos terroristas como ISIS y Al Qaeda en la región.