
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, expresó este viernes el respaldo inequívoco de su país al Gobierno venezolano y al presidente Nicolás Maduro frente a las crecientes amenazas de los EE.UU., durante una conversación telefónica con la vicepresidenta Delcy Rodríguez, en la que dejó claro que su país apoya los esfuerzos de la patria de Bolívar y Chávez “para defender la soberanía nacional y garantizar la estabilidad institucional“.
Según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Lavrov expresó “solidaridad con el Gobierno venezolano“, en tanto que las partes confirmaron su disposición a “continuar fortaleciendo las relaciones bilaterales de asociación estratégica” en momentos en que la Casa Blanca genera un significativo peligro a una región que, fiel a la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, adoptada en 2014 en La Habana, ha priorizado el diálogo y no la fuerza para resolver diferencias.
Este respaldo diplomático se produce en medio de la creciente escalada militar que promueve Estados Unidos, que ha ordenado el envío de un escuadrón anfibio al sur del mar Caribe -compuesto por los buques USS San Antonio, USS Iwo Jima y USS Fort Lauderdale- bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico. Las naves podrían arribar frente a las costas venezolanas en los próximos días.
Frente a esta amenaza, el presidente Nicolás Maduro anunció este jueves el proceso de alistamiento militar en todo el país.
“He convocado en las sedes de cuarteles militares, unidades militares, plazas públicas centrales, plazas Bolívar y en las sedes de las 15.751 Bases Populares de Defensa Integral, a un proceso de alistamiento nacional de toda la fuerza miliciana”, manifestó el mandatario.
El Gobierno venezolano rechazó rotundamente las acusaciones de EE.UU., que sin presentar pruebas intentó vincular al presidente Maduro con el narcotráfico y elevó a 50 millones la infame recompensa que ofreció para su detención. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, aseguró que “no existe en este continente un país con mayores victorias contra el narcotráfico que Venezuela en el último tiempo”.
Entre esos “logros” citó la expulsión en 2005 de la Administración de Drogas de EE.UU. (DEA), a la que tildó de “principal narcotraficante del planeta”.
El apoyo ruso se suma al expresado esta semana por China, Irán, los países del ALBA-TCP y organizaciones sociales de todo el mundo, que han condenado la agresión estadounidense y expresado su solidaridad con la Revolución Bolivariana, además de respaldar la histórica Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Aprobada a finales de 2014 durante una Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebrada en La Habana, expresó el compromiso de la región, por encima de su diversidad política, de apostar por la solución pacífica de controversias y desterrar el uso de la fuerza o la amenaza.
Además, fijó “el compromiso de los Estados (…) con el estricto cumplimiento de su obligación de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado y observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos”. Estas cuestiones evidenciaron el respeto al derecho internacional y a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.
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