Esa es la conclusión estadística a la que llegó el Centro sobre Política y Economía de Argentina (CEPA) que lo calculó sobre las proyecciones de inflación hechas por el Relevamiento de Expectativas de Mercado y el Banco Central y la cantidad de beneficiarios titulares del Sistema Integrado Previsional Argentino.
La cifra alcanza 5,6 billones de pesos en los próximos 12 meses para el conjunto de seis millones 104 mil 55 jubilados en Argentina.
Este cálculo surge de no actualizar el bono del congelado el pasado año en 70 mil a 110 mil pesos, que debía ajustarse posteriormente por inflación, y no recomponer las jubilaciones con el alza de 7,2 por ciento correspondiente al saldo pendiente de la inflación de enero 2024, explica CEPA en su informe.
Esta pérdida no solo impacta directamente sobre los ingresos de un sector vulnerable, sino que también se traduce en una menor actividad económica, alerta el centro de investigaciones.
El mandatario Milei vetó una ley aprobada por el Congreso que estipulaba un aumento de 7,2 por ciento de los haberes jubilatorios y el bono adicional de 70 mil a 110 mil pesos.
Desde febrero grupos de jubilados realizan la Marcha de la Dignidad cada miércoles, la cual ha sido ferozmente reprimida, hacia el Congreso para reclamar un incremento de sus haberes cuyo promedio es de 379 mil 340 pesos al mes, lo cual ante la carestía de la vida no les alcanza para cubrir sus gastos.