El partido CDU (Unión Demócrata Cristiana) ha anunciado una reforma a gran escala del sistema de prestaciones sociales. El secretario general, Carsten Linnemann, ha anunciado que están preparando reformas importantes en el sistema de prestaciones sociales para los parados.
En una entrevista con el periódico Neue Osnabrücker Zeitung, calificó la propuesta como “un verdadero cambio de paradigma” (*). El gobierno alemán asegura que la factura del estado de bienestar ya no se puede pagar.
Alemania ha llegado a un callejón sin salida: el dinero va a los trabajadores o va a las empresas militares.
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“Si alguien rechaza repetidamente un trabajo adecuado, el Estado debe asumir que no lo necesita. En consecuencia, no debería seguir recibiendo ayuda”, dice Linnemann. En su opinión, alrededor de 200.000 beneficiarios de las prestaciones sociales no tienen obstáculos para trabajar, pero aun así no están activos.
“Nadie está obligado a trabajar, pero si una persona puede trabajar y recibe prestaciones sociales, no puede esperar que quienes trabajan todos los días paguen por ello”, añadió Linnemann.
El próximo otoño será un tiempo de reformas del que dependerá el destino de la coalición gobernante. El ministro de Finanzas y cabecilla del SPD (Partido Socialdemócrata), Lars Klingbeil, no descartó un aumento de impuestos con los típicos argumentos demagógicos del partido: el aumento será sólo para los ricos, que “deben contribuir a hacer que la sociedad sea más justa”.
El dinero recaudado debe destinarse a la industria de guerra… y a sostener la Guerra de Ucrania, naturalmente.
(*) https://www.noz.de/deutschland-welt/politik/artikel/dobrindt-wir-werden-grenzkontrollen-aufrechterhalten-49108263