Alrededor de 3.000 personas marcharon este domingo por las históricas calles del Viejo San Juan en favor de la independencia de Puerto Rico, iniciativa que se extendió también a varias ciudades de Estados Unidos con el propósito de exigir la descolonización de la isla.
Luego de que la cantante iLe interpretara el himno revolucionario, la marcha por la Independencia de Puerto Rico arrancó desde el lado sur del Capitolio (Parlamento), para recorrer la calle San Francisco hasta llegar al Tribunal Federal.
“Lucha sí, entrega no” y “Solo me sé tres palabras en inglés: yankees go home“, fueron algunas de las consignas que los manifestantes expresaron a viva voz durante la masiva manifestación patriótica.
Numerosas personas colocaron antifaces en las estatuas de los expresidentes estadounidenses Dwight Eisenhower y John F. Kennedy ubicadas en una avenida frente al Capitolio, como actos de burla a quienes continuaron con el coloniaje de la isla.

Los estados de Ohio, Illinois, Florida, Massachusetts, Nueva Jersey y Nueva York, donde residen más de 5 millones de puertorriqueños, también se movilizaron exigiendo autonomía para conformar un Gobierno verdaderamente democrático.
“Queremos la independencia para que al fin podamos gobernarnos propiamente… los gobiernos colonialistas del Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Nuevo Progresista (PNP), que han sido lacayos proponentes de políticas neoliberales, machistas y antiobreras ya no tendrán fuerza en un Puerto Rico soberano”, reza una declaración circulada durante la jornada, que critica directamente a partidos que han abogado por la anexión y sumisión de la isla ante los EE.UU.
La actriz Magali Carrasquillo, quien acudió a la marcha, expresó que quiere que su país “sea libre y soberano”. El actual estatus político de Puerto Rico como Estado Libre Asociado, establecido en 1952, da a la isla cierto grado de autonomía y un Gobierno y Parlamento locales, pero deja bajo el control de EE.UU. áreas como defensa, fronteras y las relaciones diplomáticas.
Carrasquillo afirmó que su respaldo a la independencia no es solo atribuible a los poderes políticos que ostenta EE.UU. sobre la isla, sino también a la Junta de Supervisión Fiscal que maneja los gastos del Gobierno local.
“Aquí manda otra gente, que toma decisiones de nuestras vidas, de nuestros bolsillos, que no le importamos nada. Entonces, yo quiero que esto termine, que se tome una decisión, sea cual sea, la que la mayoría avale”, afirmó.
La manifestante acudió a la marcha vestida como un miembro de “Las Lolitas”, grupo de mujeres que —dirigidas por la líder nacionalista Lolita Lebrón— el 1 de marzo de 1954 irrumpieron en el Congreso de Estados Unidos y dispararon en el hemiciclo de la Cámara de Representantes, en un acto de rebeldía que marcó la lucha de todo su pueblo.
“Lolita es un ejemplo de perseverancia, fuerza, dignidad. Lolita no entró al Congreso a matar a nadie. Ella misma lo dijo, que disparó al techo. Su plan fue llamar la atención de la terrible situación colonial que vivimos en Puerto Rico, que no se ha solucionado“, explicó Carrasquillo.
El pasado 29 de julio miles de puertorriqueños acudieron a protestar por el incremento del valor de las tarifas eléctricas que asfixian las economías de las familias, para sostener un sistema de privatización de esos servicios calificado por la población como altamente deficiente.