
El Gobierno de China condenó este miércoles de forma rotunda el bombardeo israelí en Doha, capital de Qatar, y lo calificó como una violación grave de la soberanía y seguridad del emirato.
Durante su conferencia de prensa diaria, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, manifestó que Beijín está “profundamente preocupado” por el riesgo de que la ofensiva militar desencadene una escalada aún mayor en la región, al tiempo que reprochó las maniobras de actores que, en lugar de facilitar un alto al fuego en Gaza, obstaculizan deliberadamente el proceso de negociación.
El funcionario chino subrayó que “el uso de la fuerza no traerá paz a Oriente Medio. El único camino viable sigue siendo el diálogo y la negociación”.
Recordó que el conflicto en Gaza se extiende ya por casi dos años, e instó a las partes involucradas —en especial a la entidad sionista de Israel— a comprometerse con acciones concretas para detener la violencia y retomar las conversaciones de paz.

Consultado sobre las informaciones que apuntan a que Israel notificó previamente a Estados Unidos sobre la operación contra instalaciones de Hamás en Doha, Lin admitió que su país sigue “con gran preocupación” esos reportes y consideró que reflejan el “desequilibrio a largo plazo en la postura de ciertos países extranjeros sobre los asuntos de Oriente Medio”.
En ese sentido, exhortó a las potencias extranjeras a priorizar la paz y la estabilidad regional, asumir una posición “justa y responsable” y trabajar de la mano con la comunidad internacional para impulsar un alto al fuego, poner fin a las hostilidades y reducir las tensiones en Oriente Medio.
Qatar, que junto con Egipto y Estados Unidos actúa como mediador en las conversaciones para un cese de hostilidades en Gaza, alberga al Buró Político de Hamás y ha servido en varias ocasiones como sede de contactos indirectos con representantes israelíes en busca de un acuerdo de alto al fuego.
Hacia las 16H00 hora local (11:00 GMT) del martes, una serie de explosiones sacudió Doha y levantó una densa columna de humo visible desde distintos puntos de la ciudad. Minutos después, las autoridades cataríes confirmaron que Israel había bombardeado un edificio residencial donde se encontraba reunido un grupo de dirigentes del Buró Político de Hamás, sin revelar sus identidades.
Por su parte, el movimiento de Resistencia Islámica Palestina informó que cinco de sus integrantes perdieron la vida en el ataque, aunque ninguno de ellos formaba parte del Buró Político o del equipo que participa en las negociaciones de tregua.