
Organizaciones sociales de Ecuador se reunirán este miércoles para evaluar las dos primeras jornadas de movilizaciones y coordinar nuevas acciones en el marco del paro nacional convocado contra las medidas económicas de carácter neoliberal del Gobierno de Daniel Noboa.
Edwin Bedoya, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), y Andrés Quishpe, dirigente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), anunciaron que mantendrán un encuentro con representantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) para definir los pasos a seguir.
Las manifestaciones se originaron en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel, aunque la ciudadanía también protesta por el incremento del IVA para supuestamente frenar el crimen organizado, las fallidas políticas para contener la creciente criminalidad, el abandono de políticas sociales, el incumplimiento de la voluntad popular sobre la extracción de petróleo en el Yasuní y proyectos mineros que amenazan el agua, además del autoritarismo del mandatario y otros asuntos sensibles.
Cientos de estudiantes y trabajadores se movilizaron en Quito, donde la policía respondió con gases lacrimógenos y efectuó detenciones.
De acuerdo con el Ministerio del Interior, más de 50 personas fueron arrestadas en el transcurso de dos días de protestas. Las organizaciones sociales reportan tres personas desaparecidas.

El expresidente de la Conaie, Leonidas Iza, denunció en sus redes sociales que las autoridades reprimen y detienen a jóvenes que se pronuncian en contra de las medidas económicas.
“El Gobierno nacional no admite nada que contradiga o enfrente la narrativa de odio que se ha instalado contra el pueblo ecuatoriano, descalificando y persiguiendo cualquier disenso o manifestación divergente, característica propia de un régimen autoritario”, aseveró.

Por su parte, Marlon Vargas, líder de la Conaie —organización que convocó el paro—, calificó las aprehensiones como una violación grave de derechos humanos.
Además de concentraciones en Quito, se reportaron bloqueos puntuales en varias provincias, especialmente en la sierra norte, Cuenca y Guayaquil, incluyendo tramos de la Panamericana.
El reclamo central de los manifestantes es la derogación del decreto ejecutivo 126, que eliminó el subsidio al diésel y elevó el precio del galón de 1,80 a 2,80 dólares, una medida que encarecerá el transporte, la producción y la canasta básica.
Ante la presión social, el presidente Daniel Noboa reafirmó este martes su postura y señaló que no dará marcha atrás en la decisión, incluso llegó a expresar que preferiría morir antes que revertir la eliminación del subsidio.