
La organización de un campamento «educativo» para niños en España con el objetivo de «romper estigmas» y prejuicios sociales, terminó en una pesadilla al victimizar a los menores que acudieron a la cita, quienes durante su estadía fueron obligados a realizar actos lascivos y a experimentar escenas de sexualización que, incluso, en adultos resultarían repugnantes, desagradables y desproporcionadas.
El evento, organizado por la asociación Sarrea Euskal Udalekua, para niños y adolescentes entre 13 y 15 años, tuvo una duración de 15 días y fue realizado en agosto pasado en la localidad de Bernedo, un municipio español de la provincia de Álava, en la comunidad autónoma del País Vasco, que apenas cuenta con poco más de 540 habitantes, y que se ha convertido en el epicentro de este caso que escandaliza a España.
De acuerdo con un reporte del medio español The Objective, los niños que pasaron por el mencionado campamento «no han vuelto a ser los mismos», y «muchos se encuentran traumatizados«. De acuerdo con el relato de los menores a ese diario, los niños eran obligados a ducharse juntos en grupos mixtos, e incluso a veces lo hacían con los adultos o «monitores» del campamento, quienes alegaban que esto era normal porque no creían en «la división de géneros».

Para los organizadores, cualquier menor que se identificara plenamente con su género, hombre o mujer, debían sentirse «categorizade», lo que la comunidad LGBT consideran como el proceso de «sexualización» tradicional o conservador de las personas, argumento que empleaban para defender sus conductas impúdicas ante los niños.
Según el medio, las niñas que relataron su experiencia, coincidieron en que los monitores «se paseaban con sus miembros sexuales al descubierto» y se metían en sus duchas. Una de las niñas dijo que los espejos del alojamiento estaban inutilizados, aunque en uno de ellos dibujaron a una mujer con las piernas abiertas junto a la frase «on egin» en vasco («buen provecho», en español).
Además y a modo de «juego», para poder comer la merienda, los monitores obligaban a los niños a chupar o lamer los dedos del pie. Igualmente los cocineros del lugar se desnudaban por completo para preparar la comida. Según la prensa local, la actuación de las monitoras, habría incluido actos de exhibicionismo y sadomasoquismo.
«Liberarnos de la vergüenza»
De acuerdo con un comunicado emitido por los organizadores del campamento, al que tuvo acceso The Objective, las actividades que realizaban los menores en su estadía buscaban «normalizar todos los cuerpos».
Por tal motivo, los responsables aseguran que su trabajo busca que los menores puedan ver las duchas «más allá de ser simplemente un lugar de higiene». Según los organizadores, los baños son también «una oportunidad para romper estigmas y liberarse de la vergüenza y la sexualización«.
«Nuestro proyecto educativo se basa en valores transfeministas y busca crear espacios seguros para todas las identidades y cuerpos. Cada actividad en los campamentos de verano es una herramienta para cultivar la convivencia, la autonomía y el cuidado, incluyendo las duchas», argumentaron.
Mientras la indignación se acentúa en las familias de los niños y adolescentes, el ayuntamiento de Bernedo ha confirmado que la policía territorial dependiente del Gobierno autónomo del País Vasco, mejor conocida como la «Ertzaintza», ya investiga los hechos para determinar si los trabajadores del campamento cometieron delitos.
Por su parte, el consejero vasco de Seguridad, Bingen Zupiria, indicó que el inmueble donde se realizó el campamento, «no es un centro educativo ni una colonia«, y resaltó que la actividad que efectúan «no figura en ningún registro público». El Departamento de Juventud de la Diputación de Guipúzcoa expresó su «firme condena» y calificó los hechos de «inaceptables». Ahora, tras estallar el caso y con muchas incógnitas por resolver, las autoridades lo investigan al tiempo en que las familias siguen reclamando respuestas y explicaciones.
Igualmente la Fiscal Superior del País Vasco, Carmen Adán, solicitó al juzgado que dé inicio a los procesos legales pertinentes para investigar el caso del campamento juvenil de Bernedo. La funcionaria indicó que la Fiscalía tuvo conocimiento de esto a través de «los medios de comunicación», ya que la autoridad «se quedó en un limbo y no motivó la incoación de diligencias previas, que es obligada», citan medios locales.


Mal hace RT en dar pábulo a los bulos de los medios fascistas. Este tema, que la extrema derecha ha tratado de instrumentalizar contra los vascos y contra la educación sexual, ha sido puntualizado por los educadores:
«Ante los recientes mensajes que circulan sobre los campamentos de verano vascos en Bernedo, los educadores que formamos parte del proyecto hemos decidido tomar la palabra. Se han hecho varias acusaciones públicas sobre el funcionamiento de los campamentos, mencionando especialmente las duchas mixtas, diciendo que obligamos a niños y jóvenes a desnudarse juntos y acusándonos de no cuidarlos o de mantenerlos incomunicados. Todo esto parte de una narrativa alejada de la realidad, utilizando las actividades de los campamentos para difundir mensajes transfobos. La cobertura mediática ha promovido el sensacionalismo y el morbo, y ha sacado a la luz comunicaciones internas. Al tratarse de menores, sentimos la responsabilidad de tratar el tema con prudencia, por lo que no hemos hecho declaraciones públicas hasta ahora. Sin embargo, hemos estado en contacto con los padres en todo momento y siempre les hemos ofrecido respuestas individualizadas a sus necesidades y preocupaciones.
Hemos recibido mensajes, ataques y discursos difamatorios contra los educadores tanto de medios privados como públicos. Nos gustaría expresar nuestra desaprobación ante estas situaciones. Sin embargo, hemos recibido más mensajes positivos y gestos de apoyo, y queremos agradecer su apoyo a los niños, jóvenes y a su entorno.
Estamos viviendo la situación con responsabilidad y comprendemos el malestar que pueda haber surgido en las familias y en quienes conocen el proyecto. Dada la importancia que damos al bienestar de los niños, niñas y jóvenes y a la confianza de las familias, queremos publicar nuestra lectura de los hechos.
El nuestro es un proyecto autogestionado basado en el feminismo, el euskera y el trabajo comunal. Ofrecemos campamentos de verano basados en estos valores a niños, niñas y jóvenes del País Vasco, al precio más asequible posible, gracias al trabajo voluntario de educadores durante todo el año. Tenemos 50 años de historia, y son miles los niños, niñas, jóvenes y no tan jóvenes que han pasado por el proyecto a lo largo de los años. Este verano nos hemos reunido cientos de personas en torno a los campamentos de verano, porque creemos que el ocio participativo también es un área importante para la educación transformadora. Nos basamos en el voluntariado y la autoformación, promoviendo relaciones, estructuras y organizaciones que operan al margen de la lógica del dinero. La participación de niños, niñas y jóvenes también está en el centro del proyecto. Al ser un proyecto vivo y en constante evolución, cualquier aportación es bienvenida, al igual que cualquier preocupación o duda.
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Ante las mentiras publicadas, es evidente que mantenemos a niños, niñas y jóvenes bajo vigilancia constante y realizamos muchas visitas médicas en cada turno. Del mismo modo, anunciamos con antelación que no habrá llamadas durante los campamentos de verano y que no se traigan teléfonos móviles. En cualquier caso, en caso de necesidad, contactamos inmediatamente con las familias y también ofrecemos a niños, niñas y jóvenes la oportunidad de hacerlo cuando es necesario. En otras palabras, intentamos realizar nuestro trabajo con responsabilidad y profesionalidad, priorizando las necesidades de los niños, niñas y jóvenes.
Por otro lado, condenamos rotundamente los ataques tránsfobos que hemos sufrido, tanto en canales privados como públicos. Con tránsfobos nos referimos a los mensajes de odio que se han difundido en relación con las duchas mixtas, tanto en redes sociales como en medios de comunicación. Ante esto, hemos considerado necesario aclarar nuestros fundamentos ideológicos y explicar las razones de nuestros métodos.
Nuestro proyecto educativo se basa en valores transfeministas y busca crear espacios seguros para todas las identidades y cuerpos. Con la diversidad como base, queremos crear un contexto que garantice la coeducación, aceptando las diferencias de cada persona. Trabajamos desde esta perspectiva, rompiendo estereotipos de género y viendo como una oportunidad educativa la incomodidad que pueden generar las diferencias. Cada actividad en los campamentos de verano es una herramienta para cultivar la convivencia, la autonomía y el cuidado mutuo, incluyendo las duchas. Estas, más allá de ser un simple espacio de higiene, también son una oportunidad para normalizar todos los cuerpos, romper estigmas y liberarse de la vergüenza y la sexualización.
En nuestra sociedad, los baños y las duchas son una herramienta para dividir a las personas según una lógica binaria y de género. Esta división, además de excluir diferentes cuerpos e identidades, provoca situaciones de incomodidad y discriminación. Nuestra misión es garantizar lugares seguros para todos los niños, niñas y jóvenes con espacios mixtos, sin necesidad de identificación previa de género. Esta propuesta es política y, por lo tanto, ética: cuestiona el binarismo impuesto, promueve la normalización de los cuerpos y quiere ayudar a construir entornos más habitables. Esta no es una propuesta aislada de los niños, niñas y jóvenes. Se les explica expresamente la situación y se les ofrecen recursos para reflexionar sobre ella. Como nuestro objetivo principal es crear un espacio educativo y seguro, nos tomamos el tiempo necesario para escuchar y abordar sus preguntas e inquietudes.
Sin embargo, sabemos que la desnudez se asocia con la sexualidad en esta sociedad. Creemos que trabajar en la desexualización de la desnudez y la relación entre géneros es esencial para protegernos de diversos tipos de violencia, y creemos que las duchas mixtas pueden ser un espacio para deconstruir esta sexualización. Del mismo modo, actuamos siendo conscientes de que la carga social de la desnudez puede causar incomodidad en niños, niñas y jóvenes. Teniendo esto en cuenta, actuamos con responsabilidad y compromiso con su seguridad y bienestar. Nos esforzamos en poner garantías en la creación de espacios seguros, también las duchas, supervisando y cuidándolas, como cualquier otra actividad: no obligamos a nadie a desnudarse delante de otras personas y ofrecemos acompañamiento y alternativas personalizadas en cada caso.
Todo esto, además, es el resultado de un profundo trabajo que se lleva a cabo entre educadores antes de los campamentos de verano y con niños, niñas y jóvenes durante los mismos. Se trabajan cuestiones relacionadas con el género durante todo el campamento, y los educadores intentamos ser un referente y un refugio, aunque sabemos que sigue siendo un espacio ajeno para algunos de ellos. Aunque somos conscientes de que es imposible cambiar de raíz la situación en 15 días, creemos que el esfuerzo merece la pena, porque hemos visto resultados muy positivos año tras año.
Finalmente, queremos dar las gracias a quienes se unen al proyecto, también a quienes nos han expresado su apoyo ante los ataques que hemos sufrido. Desde el euskera, el feminismo y el trabajo común, nuestro objetivo es el disfrute y la educación de niños, niñas y jóvenes, y creemos necesario garantizar estos modelos educativos. Para ello es esencial el compromiso de toda la comunidad. Seguiremos trabajando.
Educadores de los Campamentos Vascos de Bernedo»
Muy de acuerdo con el mensaje de los/las educador@s, me parece además un buen proyecto educativo. Os felicitto por vuestra firmeza y convicción