
El canciller de Brasil, Mauro Vieira, ratificó este miércoles que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva puede dialogar con su homólogo estadounidense, Donald Trump, sobre los aranceles comerciales que afectan a la economía brasileña, pero no sobre asuntos internos vinculados a la soberanía ni mucho menos sobre el proceso judicial contra Jair Bolsonaro, exmandatario condenado por golpismo.
Vieira compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, donde explicó que aún se prepara la reunión entre Lula y Trump, anunciada por el propio líder republicano durante la Asamblea General de la ONU. En ese foro, ambos mandatarios sostuvieron un breve encuentro en el que Trump dijo haber sentido “química” con Lula, lo que abrió la puerta a un futuro diálogo.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia brasileña fue enfático en marcar límites: “Las razones expresamente políticas relacionadas a procesos judiciales en la Corte Suprema no tienen cabida en una negociación entre Estados soberanos”, dijo, en clara referencia a la insistencia de Trump en vincular las sanciones arancelarias al juicio contra Bolsonaro.
Vieira también criticó las sanciones políticas y financieras impuestas por Washington a miembros del Supremo Tribunal Federal como represalia por la condena a Bolsonaro, al subrayar que esas medidas constituyen una injerencia inaceptable en los asuntos internos. “No son aceptables las medidas con pretensión extraterritorial, así como son improductivas las posturas agresivas en relación al Poder Judicial nacional”, sentenció.
El Canciller destacó que los aranceles del 50 % aplicados por EE.UU. a productos brasileños carecen de sustento económico, pues los datos oficiales muestran que Estados Unidos mantiene un superávit comercial con Brasil desde hace más de 15 años.
Aunque reconoció los elogios de Trump hacia Lula como “una nueva disposición” en la relación bilateral, Vieira subrayó que Brasil no renunciará a la defensa de sus intereses nacionales. “La disposición al diálogo será firme y serena, basada en datos concretos y fidedignos, sin provocaciones estériles y siempre en beneficio de ambos lados”, afirmó.