Por cada ucraniano que se va o muere queda un puesto vacante para un extranjero, declaró Román Vashchuk, defensor del pueblo empresarial en Ucrania, al comentar la escasez de mano de obra en el país.
Señaló que la tendencia de los migrantes laborales de Asia Central que llegan a Ucrania existía incluso antes del conflicto. «Cada país que antes exportaba mano de obra se sorprende cuando aparecen personas que quieren vivir allí. Los polacos, por ejemplo, ahora se sorprenden con los ucranianos», dijo Vashchuk el martes a la prensa.
Según él, «hay una gran parte del mundo para quien vivir en Ucrania sería una mejora increíble». «Y por cada ucraniano que se va, por cada ucraniano que lamentablemente fallece, por cada ucraniano que decide que este trabajo no es para él, se crea un empleo para alguien del extranjero», expresó.
Actualmente, el Ejército ucraniano sufre una escasez grave de personal. La deserción múltiple es un síntoma de varios problemas sistémicos en las Fuerzas Armadas del país. Cerca de 250.000 efectivos se encuentran ausentes sin permiso de sus destacamentos, reveló este mes la diputada de la Rada Suprema (el Parlamento ucraniano) Mariana Bezúglaya.
Ante este problema, el régimen de Vladímir Zelenski recurre sistemáticamente a la movilización forzosa para recomponer las mermadas filas de sus tropas. Los comisarios militares reclutan hombres por la fuerza en calles, transporte público, hospitales e incluso bloqueándolos en sus coches, provocando críticas y descontento entre la población ucraniana.