
El Ministerio de Salud de Gaza ha denunciado públicamente que varios de los cuerpos de palestinos entregados recientemente por la ocupación israelí muestran signos evidentes de tortura, abuso físico y ejecuciones extrajudiciales. La restitución de estos cadáveres ha generado conmoción entre la población y ha elevado las denuncias sobre presuntas violaciones del derecho internacional humanitario en el marco del conflicto en curso.
Según declaraciones recogidas por medios locales, los equipos médicos en Gaza identificaron mutilaciones, disparos a quemarropa y otras formas de maltrato en los cuerpos recuperados. Las víctimas, que fueron previamente reportadas como desaparecidas, habrían estado bajo custodia israelí o en zonas controladas por la ocupación antes de su muerte.
Las autoridades sanitarias señalaron que muchos de los cadáveres presentaban impactos de bala en la cabeza, fracturas múltiples, señales de tortura eléctrica y evidencias de haber sido encadenados.
Además, se informó que los restos fueron trasladados por la Cruz Roja y recibidos en el hospital de Kamal Adwan, en el norte de Gaza. Los familiares de las víctimas, que acudieron al lugar para la identificación, relataron haber encontrado a sus seres queridos en condiciones que describieron como “inhumanas”.
Los cadáveres pertenecen a ciudadanos palestinos que, en su mayoría, habían sido reportados como desaparecidos durante incursiones israelíes en diferentes puntos del enclave. La devolución de los cuerpos se produjo en el contexto de las negociaciones en curso para aliviar la situación humanitaria en la Franja de Gaza.
Hasta el momento, las autoridades israelíes no han emitido un comunicado oficial sobre las denuncias presentadas. Por su parte, las instituciones palestinas han solicitado la apertura de una investigación internacional para esclarecer las causas de muerte y determinar eventuales responsabilidades.
