El Ministerio de Defensa de Alemania ha aprobado, prácticamente a ciegas, contratos con tres fabricantes para el suministro de unos 12.000 drones kamikaze a la Bundeswehr (Ejército alemán) por valor total de unos 900 millones de euros (más de 1.000 millones de dólares), informan Bild y Financial Times, citando fuentes.
Las negociaciones se llevaron a cabo con Helsing, Stark y Rheinmetall y se prevé que cada empresa reciba 300 millones de euros (unos 340 millones de dólares) por el contrato.
Personas familiarizadas con el asunto señalaron que, a finales de octubre, se llevaron a cabo en un campo de pruebas de la ciudad de Münster ensayos secretos de los drones que los tres fabricantes pretenden suministrar. Según detallaron, se realizaron un total de 19 vuelos de prueba: 17 por Helsing y 2 por Stark.
Pruebas fallidas
Todos los vuelos de los aparatos de la primera compañía se consideraron exitosos. Sin embargo, la prueba de los drones de Stark fracasó: uno erró su objetivo por más de 150 metros, mientras que el segundo perdió completamente el control y se estrelló en un bosque cercano.
Por su parte, los representantes de Rheinmetall no se presentaron a las pruebas, a pesar de que, según fuentes, habían sido programadas con mucha antelación. No obstante, las tres empresas recibieron pocos días después la aprobación de Defensa para suministrar los drones.
Las Fuerzas Armadas alemanas declinaron hacer comentarios al respecto, alegando la protección de «intereses de seguridad». Al mismo tiempo, un portavoz del Ministerio de Defensa aseguró que «todos los fabricantes se someten al mismo proceso de calificación/certificación, que incluye aspectos como el ‘software’, la seguridad de la munición, la facilidad de uso, la idoneidad operativa y la documentación».


