
El alcalde de la ciudad de Nagasaki, Shiro Suzuki, declaró este jueves 30 de octubre que Donald Trump «no es digno del Premio Nobel de la Paz» si se concreta su anuncio de reanudar las pruebas nucleares en Estados Unidos. Las declaraciones se produjeron tras la confirmación del expresidente estadounidense de que había ordenado reactivar ensayos atómicos, según publicó en su red social Truth Social.
Para Suzuki, la decisión de Trump representa una falta de respeto hacia las víctimas de las armas nucleares y hacia los esfuerzos globales por lograr el desarme. «Esto es completamente inaceptable», afirmó el alcalde, en declaraciones recogidas por el canal de televisión Asahi TV. Según sostuvo, esta postura «pisa los sinceros anhelos de personas en todo el mundo, incluidos los sobrevivientes de los bombardeos atómicos».
La Confederación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas Atómicas e Hidrogenadas (Nihon Hidankyo), también manifestó su rechazo a la medida. Su director representante, Satoshi Tanaka, expresó «profunda indignación» y recordó que los llamados hibakusha —como se conoce en Japón a los supervivientes de los ataques nucleares— llevan décadas luchando por un mundo libre de armamento atómico.
En una carta enviada a la Embajada de Estados Unidos en Tokio, Nihon Hidankyo calificó la decisión de Trump como una contradicción directa a los esfuerzos internacionales por la paz. La misiva señala que el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, en vigor desde enero de 2021, ha sido firmado por 95 países y ratificado por 74, y representa el camino hacia la eliminación de este tipo de armamento.
Los representantes de Nihon Hidankyo recordaron que fue precisamente Estados Unidos quien lanzó las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. En Hiroshima murieron 140.000 personas, de una población de 350.000, mientras que en Nagasaki fallecieron 74.000. La mayoría de las víctimas eran civiles.
Cada año, los días 6 y 9 de agosto se celebran en ambas ciudades japonesas las Ceremonias de la Paz, en memoria de las víctimas. En ese contexto, los testimonios de los hibakusha y sus llamados al desarme adquieren un significado central, especialmente ante decisiones como la anunciada por Trump, que reavivan el temor a un nuevo ciclo de proliferación nuclear.

