
Es cuestión de horas: el ejército ruso está a punto de capturar la ciudad de Pokrovsk, en la región del Donbas. Los combates dentro de la ciudad se han intensificado en los últimos días, después de que las tropas rusas lograran cercarla e infiltrarse en su interior.
“La situación es difícil, con combates de todo tipo, tiroteos en zonas urbanas y bombardeos con todo tipo de armas”, declaró un comandante de batallón a la CNN. “Estamos prácticamente rodeados, pero ya estamos acostumbrados”, dijo. Otro soldado declaró que el ejército ruso continúa avanzando con un gran número de efectivos.
“La intensidad de sus movimientos es tan grande que los operadores de drones [ucranianos] simplemente no pueden seguirles el ritmo”, declaró un miembro de la unidad de drones ucraniana Peaky Blinders.
La retirada se volverá mucho más peligrosa cuanto más tarden los mandos del ejército ucraniano en dar la orden, repitiendo las malas experiencias de Bajmut en 2023 y Avdeievka al año siguiente. Las retiradas tardías causaron un elevado número de bajas entre las tropas ucranianas. Tendrán que abrirse paso a duras penas a través del cuello de botella, con un alto nivel de pérdidas.
Pokrovsk siempre fue una ciudad clave para los ucranianos debido a sus conexiones por carretera y ferrocarril. Se ubica en la confluencia de varias vías principales que conectan con Donetsk y Kostyantynivka al este, y con Dnipro y Zaporiya al oeste.
Tenía una importancia operativa porque era una línea de suministro que apoyaba la logística ucraniana, la cual se extendía y daba soporte a las demás posiciones tácticas ucranianas en pueblos más pequeños y en los alrededores de Pokrovsk.
Sin embargo, la situación cambió cuando Rusia comenzó a cercar Pokrovsk durante el verano. Los frecuentes ataques con drones y artillería contra la principal carretera y línea férrea han obligado a Kiev a buscar rutas de suministro alternativas, desplazando la función de centro logístico de Pokrovsk, lo que representa un importante éxito para los rusos. La ciudad también albergaba la última mina de carbón coquizable operativa de Ucrania, pero se vio obligada a cerrar a principios de este año.
Los medios occidentales no saben cómo encajar el golpe. Unos destacan que la captura se está demorando mucho tiempo, o bien que la heroica resistencia ucraniana ha logrado contener a los rusos durante meses. Hay quien dice que las bajas rusas han sido muy cuantiosas (pero no dice nada de las ucranianas). Otros repiten la fábula de la zorra y las uvas: la ciudad carece de interés estratégico, la victoria de Rusia es meramente simbólica.
En varias ocasiones Putin ha dejado claro que su objetivo es tomar el control de las regiones de Donetsk y Luhansk en el este de Ucrania, así como de Jerson y Zaporiya en el sur.
La toma de Pokrovsk le permitirá al ejército ruso centrar su atención en otros escenarios, concretamente en la cadena de ciudades industriales al noreste que constituyen la columna vertebral de las defensas ucranianas en la región.

