Un soldado ucraniano tomado como prisionero por las tropas rusas en la ciudad de Krasnoarmeisk (República Popular de Donetsk) reveló las atrocidades cometidas por los combatientes del régimen de Kiev tanto contra la población civil de la urbe como contra sus propios compañeros de armas.
Artiom Kondybko reveló que las tropas ucranianas tenían una ametralladora instalada en un edificio residencial y su objetivo era abatir no únicamente a los soldados rusos, sino también a aquellos que decidían rendirse. «Cuando los nuestros se retiraban, nos decían que no sintiéramos pena por ellos, que les disparáramos de la misma manera que a los rusos«, contó.
De acuerdo con sus palabras, los comandantes de las Fuerzas Armadas de Ucrania abandonaron a su merced a sus soldados, dejándoles sin posibilidad de evacuarse de la ciudad, rodeada por el Ejército ruso, ni siquiera a los heridos.
«La situación es desastrosa: no hay nada. No hay provisiones ni municiones, nada. Muchísimos han muerto, muchos están heridos, muchos se están rindiendo», relató Kondybko, agregando que los heridos fueron sacados del lugar por los soldados rusos.
«¡Los soldados rusos los retiran! Creo que, aunque pudieran, las Fuerzas Armadas de Ucrania dudosamente tengan ganas de hacerlo», dijo el militar.
Disparando a civiles
Al mismo tiempo, Kondybko confesó que los combatientes de Kiev probaban su armamento con la población civil, disparando a las personas con los drones. «Nuestros pilotos de drones en Pokrovsk [nombre con el que en Ucrania se conoce Krasnoarmeisk] se entrenaban con civiles, probando sus municiones en ellos«, denunció.
«También sé que aún quedaban tiendas en Pokrovsk; nuestros soldados las saqueaban, llevándose todo lo que consideraban necesario, ya que no había provisiones, tampoco había agua. Sé que los lugareños rechazaban cualquier ayuda de las Fuerzas Armadas de Ucrania; en particular, ni siquiera cogían agua. O, para ser precisos, la cogían, pero no la bebían, por miedo a que estuviera envenenada«, afirmó.
Entrenamiento occidental
Asimismo, Kondybko reveló que, junto a otros efectivos de las fuerzas ucranianas, recibió entrenamiento en Reino Unido antes de ser enviado al frente. «Había entrenamiento de puntería, primeros auxilios y trabajos de ingeniería», detalló, precisando que pasó cerca de un mes en territorio británico.
Según explicó, su grupo estaba compuesto por dos centenares de personas. «Ya había otras 200 personas allí. Ya se estaban yendo cuando llegamos», recordó, agregando que en los entrenamientos también participaban mercenarios de distintos países, cuyas nacionalidades desconoce.
El soldado también denunció casos de corrupción en el mando ucraniano, señalando que los comandantes obtenían dinero de aquellos que querían pasar menos tiempo en sus posiciones.


